El gallego Ignacio Costoya, mejor maitre de España

El gallego José Ignacio Costoya ha sido el ganador del II Campeonato de España de Jefes de Sala-Maîtres, cuyo fallo se ha dado a conocer en el marco del XXIV Salón Internacional del Club de Gourmets.

Costoya se ha erigido en vencedor del concurso, dotado con un premio 3.000 euros y con la participación en el XIII Campeonato de España de Cocineros como maître oficial, por encima de otros siete competidores. ''Las claves de un buen maître consisten en ser primero un buen camarero y depender de un buen personal de sala, eso va ligado después a la cocina, pero no hay buenos maîtres si no cuentas con un buen personal de sala. Y tiene que ser vocacional y debes saber que te dedicas al servicio y no al servilismo'', ha indicado el ganador.

El maître, que actualmente desempeña su función en el restaurante de El Corte Inglés de Vigo, ha explicado que este tipo de concursos sirven para reivindicar su profesión e intentar que los chefs les hagan ''un poquito de caso''. ''Tendremos que buscarnos nuestro sitio, nos hemos dormido, nos hemos dejado ir y ahora mismo estamos pagando las consecuencias'', ha añadido Costoya.

Todo influye a la hora de trabajar del maître, ha sostenido el gallego, cualquier apreciación, cualquier toque, cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier postura corporal o actitud. El premiado espera que este galardón contribuya a que en Galicia se valore su profesión y se descarte la idea de que ''para camarero sirve cualquier persona''.

Las pruebas
Esta competición, en la que también participaron maîtres de Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias y Cantabria, la organizan la Asociación de Jóvenes Restauradores de Europa y España y el Grupo Gourmets.

Los participantes tuvieron que demostrar su talento al frente de una sala mediante seis pruebas y delante de un jurado de 10 personas, entre los que se encontraban el presidente de la Asociación, Ramón Dios, y el que ha sido director del restaurante Zalacaín durante más de 30 años, José Jiménez de Blas.

En primer lugar, tuvieron que montar una mesa para cinco comensales para servir a continuación tres cañas y dos tercios de cerveza y cortar dos raciones de jamón de 100 gramos cada una. Los maîtres hubieron de demostrar su control y delicadeza a la hora de elaborar y exponer un menú de temporada y de trinchar y emplatar un lenguado y un pollo. Por último, tuvieron que preparar un café espresso y un capuchino.

Al margen de cada prueba concreta, el jurado ha evaluado la calidad de la atención al cliente desplegada por los ocho aspirantes al título de mejor maître, entre los que sólo había una mujer: la representante de Baleares.

Los competidores, con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años, eran tanto profesionales como estudiantes de hostelería y fueron seleccionados para participar en el campeonato mediante pruebas en las distintas comunidades autónomas.

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