Las conexiones a internet en el hogar han estado evolucionando a un ritmo de auténtico vértigo en la última década. Lejos han quedado aquellas conexiones con módems discretos y un ancho de banda de 56 Kbps que impedía realizar llamadas mientras se navegaba. Lejos ha quedado aquel sonido de la conexión y las propuestas del RDSI. Ahora, los consumidores hablan de anchos de banda que llegan al giga y de precios de risa gracias a las mejores ofertas fibra optica.
Los tiempos avanzan y la tecnología sigue en una imparable carrera para mejorar. La mejora de las infraestructuras y los protocolos de conexión, amén del uso de nuevos materiales y tecnologías, está consiguiendo que podamos movernos por el océano digital a una velocidad casi imparable. Atrás quedó eso de tener que esperar días para poder ver una película en casa a una calidad decente, o de esperar durante minutos para poder acceder a una página web.
Hemos pasado de las conexiones de 20 Mb hasta algunas que alcanzan 1 Gbps tanto de subida como de bajada. Se está consiguiendo tener en los hogares algo que antes era prácticamente impensable, que nos permite mover datos a una velocidad de vértigo y disfrutar de plazos de espera cada vez más breve para cada fichero que queremos mover en el entorno digital.
Todo, además, acompañado de precios altamente competitivos y propuestas muy asequibles para las ventajas que ofrecen. Puedes disfrutar de conexiones de 100 Mbps por lo que antes costaba tener una línea que iba a una velocidad cinco veces inferior, gracias a la fibra óptica. Y hablamos de que, entre ambas propuestas tan solo han pasado un par de años. Todo el ecosistema telefónico y de conexiones se ha convertido y renovado para ofrecer propuestas mejores a precios mejores.
No obstante, esta situación ha propiciado que aparezcan centenares de propuestas de muchas compañías de telefonía e internet, todas ellas con velocidades titánicas y precios más o menos ajustados. El consumidor ahora se enfrenta a un panorama en el que lo difícil no es obtener un servicio de calidad, sino uno que realmente se ajuste a sus posibilidades y necesidades. Hay tanto entre lo que escoger, que acertar con la decisión se convierte en lo más difícil.
¿Cómo encuentro una buena tarifa de fibra óptica?
Antes de empezar a mirar todo lo que hay en el enorme océano de promociones de las compañías telefónicas, debes mirarte a ti mismo y a tu hogar y plantearte una pregunta: ¿qué necesitas? Aunque también puedes preguntarte para qué vas a usar esta conexión. ¿Quieres solamente navegar y ver alguna película o serie de vez en cuando, o tienes pensado darle un uso intensivo para jugar o subir y descargar contenidos de toda clase? En función de lo que respondas, tendrás que buscar un tipo de servicio u otro.
Así, si lo que quieres es simplemente navegar y hacer poco más, como usar redes sociales, la mejor opción es una tarifa de 100 Mb con llamadas. Las grandes operadoras suelen ofrecer esos 100 megas simétricos, es decir, tanto para descargar como para subir archivos. Por tanto, podrás usar redes sociales sin ningún tipo de problemas y colgar todos de toda clase sin que tus streamings se resientan. De hecho, si sois varios en casa, también podréis conectaros simultáneamente sin complicaciones.
En el caso de que tengas que subir a internet ficheros de gran volumen, sí hay que empezar a plantearse recurrir a líneas de 400 Mb o 600 Mb. Muchas empresas ponen especial énfasis en estas tarifas, ya que son las más demandadas por aquellos que dan un uso realmente intensivo a internet. De hecho, muchas personas que trabajan por cuenta propia desde casa apuestan directamente por esta franja de conexión para poder trabajar sin problema alguno.
No obstante, detrás de todas estas decisiones hay otro factor también bastante importante. Si quieres encontrar no solo una buena tarifa de fibra óptica, sino también la que mejor encaje con tu uso de internet y tus necesidades, necesitas comprobar la disponibilidad geográfica. En muchos hogares se han dado casos en los que un cliente ha contratado una tarifa de 600 Mb, pero solo llega a la mitad porque todavía no se puede alcanzar dicha velocidad en la zona en la que reside.
Es un hándicap importante, ya que pagas una cantidad determinada por un servicio que rinde a la mitad de lo que debería. Y eso es bastante perjudicial, ya que podrías pagar mucho menos para alcanzar una velocidad que realmente se ajusta a las condiciones y capacidades de tu conexión en casa.
Además de todo esto de las conexiones adecuadas y sus velocidades, también debes tener muy en cuenta los servicios adicionales que se ofrecen. Plantéate si realmente es necesario contar con contenidos de TV o tantos minutos y gigas para llamar y navegar en móviles, incluso si las ofertas que te han hecho se adecuan verdaderamente al precio que tienen.
De hecho, nuestra última recomendación para encontrar una buena tarifa de fibra óptica es explicar a las operadores las ofertas que te ha hecho la competencia. Así, recibirás contraofertas para el servicio que buscas con mejores precios y podrás ahorrar un poco más mientras disfrutas de algo que realmente cubra tus necesidades en cuanto a conectividad a internet.
