¿Galicia se enchufa al vehículo eléctrico?

Los puntos de carga son hoy más del doble que hace dos años, pero están lejos de cubrir el mapa. Las empresas prevén instalar miles de enchufes para particulares y de uso público en los próximos años en España 

Un vehículo eléctrico cargando la batería. AEP
photo_camera Un vehículo eléctrico cargando la batería. AEP

Las matriculaciones de vehículos eléctricos en Galicia siguen batiendo récords, triplicadas en los primeros cinco meses de este año tras un 2017 en el que se dispararon casi a ese ritmo. Con todo, el resultado de ese ascenso meteórico es una cifra aún pequeña. Los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) dicen que entre enero y mayo el parque móvil de la comunidad incorporó 116 de esos vehículos silentes y limpios, contando eléctricos puros, de autonomía extendida e híbridos enchufables, con lo que representan apenas un 0,5% de todos los que se compraron en ese tiempo. Así es que cada vez son más sin llegar a ser muchos. Igual que los puntos para recargarlos operativos en Galicia.

Los situados fuera de los garajes particulares rondan el centenar y suman más de 200 enchufes, atendiendo a los datos de la plataforma Electromaps. La red, concentrada en menos de 50 municipios —y sobre todo en Vigo, Santiago y A Coruña—, está lejos de cubrir todo el mapa e incluye desde conexiones en aparcamientos hasta decenas de tomas reservadas a clientes de hoteles, restaurantes o grandes superficies, además de concesionarios. Ahí están las cuatro de Pontevedra, por ejemplo. Aun con esas limitaciones, y con bastantes enchufes de carga lenta, el dibujo de la red también evidencia que crece.

Si en junio de 2016 se identificaban 45 localizaciones en las que se podía enchufar un vehículo, ahora son más del doble, y la distancia podría ser mayor si estuviesen operativas todas las que llegaron a ser habilitadas. A mayores de las casi cien activas, hay infraestructuras que no funcionan, incluidos los ‘postes’ instalados en varias calles de A Coruña en 2011. También ha habido bajas, algunas no hace mucho, como las de los dos puntos de recarga que tenía Viesgo en Lugo, que el grupo desconectó por su escaso uso. La capital lucense se queda así en Electromaps con los enchufes de un centro comercial, un hotel y un concesionario.

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La red de carga es un elemento clave para el avance de la movilidad eléctrica y al mismo tiempo un reflejo de cómo va, y parece que el despegue se ha tomado su tiempo. En ese punto, y a la espera de ver si hay nuevas ayudas públicas, Anfac constata que el despliegue "es todavía escaso" en España y que eso influye en la decisión de compra de un vehículo. En el caso concreto de Galicia, Electromaps aprecia un "retraso en el desarrollo" de la infraestructura de carga, y advierte de que "tiene como consecuencia uno de los índices más bajos de movilidad eléctrica". "Los puntos que funcionan son instalados por el sector privado. Urge un cambio de mentalidad", subraya, al tiempo que advierte de que la carga rápida aún no ha llegado a Galicia.

Con todo, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico confía ya en que se verá "en breve" un avance de la infraestructura. "Fue de las primeras comunidades en impulsar la movilidad eléctrica, pero quizá lo hizo en un momento en el que la tecnología no acompañaba a ese desarrollo y se paralizó", dice.

EXPANSIÓN. Con la demanda creciendo, y a la vista del ritmo de incorporación de instalaciones, Electromaps calcula que este año se duplicarán las casi 2.500 localizaciones de recarga que tenía España al cierre de 2017, con Cataluña en cabeza de forma destacada, seguida por Balears y Madrid. Está por ver si Galicia comparte el ritmo.

Iberdrola tiene previsto instalar 25.000 puntos hasta 2021 en España y que unos 500 estén en Galicia, entre particulares, empresas o espacios públicos. Endesa, mientras, contempla en su plan estratégico —en fase de actualización— sumar 600 de acceso público en tres años en el Estado. También Ibil, que actualmente tiene un punto de carga en una estación de servicio de Repsol en Arzúa, prevé seguir desarrollando su red española, igual que Viesgo quiere continuar mejorando la infraestructura.

EDF Solar, por su parte, instaló hace unos meses puntos de carga que funcionan parcialmente con esa energía en ocho estaciones de servicio de la provincia de A Coruña, y está "gratamente sorprendida" con el balance. Ahora trabaja para sumar otras 40 en toda España.

La comunidad también aparece en el mapa de Tesla. Lo que llama cargadores en destino están ya en una quincena de hoteles, restaurantes y centros comerciales de Galicia, que se prevé que tenga en breve tres de sus ‘supercargadores’ en carretera. Su web sitúa los proyectos en Lugo, Verín y Santiago.

El enchufe del futuro: más rápido

La evolución de la red de carga no pasa solo por sumar enchufes, sino por que sean más rápidos.

"Están en evolución continua", apunta Endesa, que ahora instala puntos de recarga de entre 3,7 kilovatios —ocho horas— y 50 kW (20 minutos). Y ha habilitado un pantógrafo para buses que carga "en apenas 6 minutos". Augura que "el siguiente paso" en turismos serán los 150 kW en un año y los 350 "en dos o tres". Eso sí, "no sirve de nada tener cargadores cada vez más potentes si los coches no permiten la carga".

La compañía Ibil, mientras, trabaja ya en un proyecto de ámbito europeo que busca la instalación de las primeras cuatro ubicaciones en España de recarga ultrarrápida, que lleve "unos minutos". Estarán en estaciones de servicio de Repsol.

Más allá de la potencia, Iberdrola asegura que la tecnología apunta hacia la carga por inducción, con un sistema en el suelo sin cables, y parece que hacia la interoperabilidad. "Se podrá cargar con cualquier operador", señala.