Opinión

Guapas en el fútbol

EN EL PASADO mundial de fútbol, la FIFA decidió luchar contra el sexismo pidiendo a las cámaras que abandonasen la costumbre de enfocar a las chicas guapas que se encontraban entre el público. Buscar a las bellezas de las gradas es una costumbre antigua: de hecho, se dice que a Pamela Anderson la descubrieron cuando la cámara la enfocó en el transcurso de un partido de béisbol. Tal como se está poniendo la cosa, el mundo hubiese perdido a la más carismática de las vigilantes de la playa.

De extenderse la prohibición de la FIFA, y como no parece lógico que se opte por buscar a las damas menos agraciadas para dirigir a ellas el zoom —menuda humillación salir por la tele animando a tu equipo: ya puedes considerarte oficialmente fea—, cabe pensar que llega una nueva era en la que sólo los hombres chuparán cámara en los estadios: al fin y al cabo, la belleza también es cosa de gustos, y ninguna mujer está a salvo de ser percibida como atractiva. Estupendo ¿verdad? Llevamos tiempo intentando buscar la paridad también en la afición futbolera, y ahora resulta que, a juzgar por lo que se verá en televisión, los estadios van a parecer un choco.

El otro día, alguien más listo y mejor informado que yo me hacía notar que la afición por el balompié crece y crece en países de mayoría musulmana, que empiezan a reclamar retransmisiones deportivas. Evidentemente, a aquellos que esperan que las mujeres usen en público el ominoso niqab, cuando no la cárcel azul del burka, no van a estar muy satisfechos de ver jóvenes lozanas de largos cabellos al viento, vistiendo camisetas ajustadas y luciendo escotes gloriosos, vaqueros apretados, pantalones cortísimos. En estas circunstancias, es preferible asegurar que las gradas de los estadios —y las transmisiones deportivas— estarán copadas por hombretones hechos y derechos. Así que no pensemos que es absurdo evitar a las chicas hermosas en los partidos de un mundial. Nada sucede porque sí. Buen futuro nos espera. 

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