El empresario Jesús Lence dejó reestructurado su grupo empresarial para garantizar las inversiones que estaban previstas y para que siga creciendo. Hace unos meses constituyó un consejo de administración en el que además de él, estaban dos de sus hijos, Carmen y Luis, y dos directivos de su entera confianza, la responsable de las áreas financiera y comercial, Aída Canto, que lleva más de 30 años en la casa, y el director técnico de las plantas de leche, Jesús García, con más de 15.
El emporio del empresario fallecido tenía a Lence Torres como matriz, que es el brazo inversor y cuenta con seis gasolineras en la provincia de Lugo y otra en la de A Coruña. Y tiene tres filiales, Grupo Leche Río, con cuatro fábricas lácteas que recogen a diario 800.000 litros y facturan unos 126 millones de euros anuales; Transleche, con una flota de un centenar de camiones, y Complejo San Cristóbal, que agrupa hoteles, restaurantes e inmuebles.
El volumen de ventas en el año 2013 fue de 226,7 millones de euros, un 15% más que el 2012 y un volumen en litros comercializados de casi 400 millones, un 1,5% más.