Opinión

Jamones para China

AUNQUE EN una primera percepción se parezcan como dos gotas de agua, los chinos, además de ser muchos, son variados y desiguales, con inclinaciones y gustos diferentes, incluido el culinario. Eso sí, parece que a la mayoría, sobre todo a los más pudientes, les apasiona el jamón de bellota español. Y ese es un problema contra el que es difícil luchar, con castigo seguro para nuestro paladar. Subirá el precio del jamón ibérico, más el de bellota, dado que su producción en las dehesas extremeñas y andaluzas está limitada por la superficie, necesitándose dos hectáreas para el engorde de cada ejemplar. Hasta ahora las exportaciones a China eran de piezas curadas, pero el proceso es tan lento que se les atrofia el apetito: prefieren no esperar. ¿Solución? Importar los jamones frescos para curarlos en destino. Les llevará su tiempo, pero como importarán mayor cantidad podrán atender mejor la demanda de tan ansiosos comensales. Se lo toman tan en serio, que incluso crearon ya una escuela de cortadores. La medida comporta la escasez para nuestro consumo y, como es obvio, la subida de precios, que algunos criadores la sitúan a la altura del caviar o de la trufa. Preprémonos. 

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