Opinión

La Cis-titis de Tezanos

Análisis a vuela pluma del comienzo de campaña. Todo marcha según el sanchismo. El 28-A puede consagrar o enterrar el prestigio de un cuestionado CIS

LA CAMPAÑA electoral está en marcha con todas sus consecuencias. Sin cara a cara y con un debate a cinco porque Sánchez necesita identificar a PP y C,s con Vox. Vienen curvas para los candidatos, que representan a una nueva generación de políticos y una nueva forma de relacionarse con el electorado. La vieja pegada de carteles con cola y sabor añejo se ha transformado en una batalla mediática a través de las redes sociales que anticipa la modernidad. Ahora se hace política de una forma digital y global. Los ciudadanos tienen al instante en sus dispositivos móviles el mensaje del líder. Ya no hay que esperar al parte de la radio y la televisión ni al periódico del día siguiente, pues hay acceso a la información en tiempo real debido a la evolución de la tecnología del siglo XXI. En vez del cartel en la valla publicitaria te llega un Whatsapp con un vídeo, un programa electoral o un meme que te pone al día en un periquete, diríamos que en lo que dura un tuit. En 140 caracteres los partidos políticos cortejan la intención de voto y penetran hasta el corazón mismo del sufragio para captar tu voluntad. Hay una simbiosis, una comunión superlativa y de conveniencia entre la televisión e internet. Son medios complementarios que mediante una gigante autopista de la información de muchos sentidos llega a todos los rincones de la indecisión y la participación con intención partidista. La tele se puede ver en ordenadores, tablets y móviles. Y las radios y las televisiones convierten en noticia internet, que a su vez se puede consultar en el celular y que multiplican radios y webs. Colgar carteles es una antigualla, y aunque seguimos viendo fotos de Hollywood en las calles principales, realmente la campaña va con nosotros mismos, en el bolsillo o la cartera de trabajo, en el ordenador y la propia piel de la vida diaria.

Sin embargo, sigue habiendo prácticas de propaganda electoral que van más allá del spot publicitario, la entrevista mediática, los debates (mejor dicho el debate) y los chats. Las ‘fake news’ se tocan con el uso del BOE, los medios de comunicación y la propia manipulación de la opinión pública y publicada a través del debate político. En pleno siglo XXI asistimos a la ciencia demoscópica de José Félix Tezanos, que es un señor que milita en el PSOE y no olvida su ideología a la hora de hacer su trabajo con dinero de los contribuyentes. Renuncio a llamarle tezanazo a eso que hace el socialista José Félix. Porque lo suyo es más que un aumentativo: es la rancia estrategia del adoctrinamiento por inducción. Desde que Pedro Sánchez colocó a Tezanos al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas, las encuestas electorales se han convertido de forma repentina en una obligación de pensamiento y tendencia, en algo así como la proyección demoscópica del manejo del electorado, un acto de fe de previsible cumplimiento, una tendencia de arrastre de masas como rebaño que es guiado hasta las urnas con un único y debido destino. El CIS de Tezanos es más que un sondeo, es la fábrica de la mayoría electoral, el intento de prestigiar el liderazgo de Sánchez, una especie de certificación oficial de lo que debes votar y pensar, la escultura moldeada hecha a imagen y semejanza de Pedro el conquistador, el blanqueamiento de una moción legal que plantea dudas éticas. Con el CIS se trata de borrar el pasado, presente y futuro de los votos de los proetarras y los separatistas golpistas ilegales que se necesitan para ser Presidente. Con recuerdo o sin recuerdo de voto, el CIS de Tezanos prescinde del relator, del incremento del paro, los viernes milagreros socioelectorales, las malas compañías del pacto secreto de Pedralbes, el voto con los herederos de ETA, el abuso de las instituciones, el Falcon, el efecto llamada del Aquarius, las sospechas no aclaradas de la tesis, etc...

Aunque pueda confirmarse el 28A pese a no tener base científica sociológica, el CIS parece hecho tanto al dictado de Ferraz como del IBEX. Su objetivo es mantener el cambio de ciclo, aunque sea con Sánchez, pero dado aire al pacto con Ciudadanos, priorizando el constitucionalismo frente al separatismo ilegal, intentado hacer posible esa coalición pese a que Rivera reniega del sanchismo que considera arrojado, como PP y VOX, en los brazos de Torra y Otegui. Y si bien Tezanos ha cumplido la misión encomendada por el líder, al día siguiente de perpetrar el último CIS, se desdecía por exigencias del guión y de Moncloa. Alguien debió pensar que se les había ido la mano y tan claro resultado no beneficia los intereses de la izquierda, por lo que sin sonrojarse lo más mínimo Tezanos vino a explicar que "no acaba de ver claro que el PP haya caído tanto, y que cree que VOX va a sacar más de lo que dicen los datos". Lo cual, en sí mismo, también es contradictorio, pues si VOX roba votos al PP y el PP no cae tanto, quiere eso decir que le quita también a Ciudadanos y al propio PSOE, hipótesis que mete de lleno en la urna de lo posible a los indecisos. Teniendo en cuenta que son un 41 por ciento del electorado, el 28A puede pasar de todo, incluso que sumen las derechas. Aunque la CIStitis de Tezanos inflame la vejiga electoral.

Cotilleos de campaña

LA GRAN duda es saber si Albert Rivera se dejará ver con Malú en la campaña electoral. Nadie lo aclara, pero tampoco se descarta. Lo que si nos cuentan fuentes catalanas es que Rivera lleva más de 12 años en política y quiere pisar Moncloa con o sin pactos. Su apuesta es todo o nada. Y conociendo el riesgo tiene un plan B: dejar a Arrimadas de sucesora si fracasa el 28A. Si no suma con PP y VOX, habrá pacto con el PSOE. Con este argumentario: patriotismo constitucionalista para frenar el separatismo en defensa de la unidad de España y para evitar que Sánchez se eche al monte. Y a lo mejor una vicepresidencia económica con Luis Garicano, lo que tranquilizaría al IBEX, que fomenta esa coalición. Eso en caso de que el propio Rivera no fuera vicepresidente y Sánchez pusiera rumbo a Europa por exigencia de Ciudadanos, lo cual es improbable. Nunca unas elecciones estuvieron tan poco claras pese a la tendencia de las encuestas: se ha instalado la idea de que la victoria del PSOE puede estar hecha y ahora sólo falta saber con quién pacta y cuál es la aritmética de la gobernabilidad de España.

Ilustres de centro ¿derecha?

EN LOS MENTIDEROS electorales ya se sabe que los famosos de izquierda, con ceja o sin ceja, presumen del voto y hacen campaña. Ser de derechas está muy mal visto en esta sociedad mediática en la que lo políticamente correcto está supeditado a la presunta superioridad moral de la izquierda. Por eso es muy comentado que gente como Cayetano Martínez de Irujo no esconda su simpatía por el PP y se deja ver en actos de los populares, por ejemplo con la candidata a la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Belén Esteban, por ejemplo era sorayista, por lo que ahora anda perdida. Y nadie duda de Bertín Osborne, pues se presume que su posicionamiento político es conservador, como el de Arturo Fernández. Plantea más dudas un televisivo como Pablo Motos, pero saque el lector conclusión en firme de esta anécdota. Cuando Pablo Casado visitó El Hormiguero y terminó la entrevista, el micro quedó abierto. Motos, pensando que ya no se oía, le dijo al oído: "Ha ido bien. Ojalá haya suerte, por el bien de España". Se supone que eso es una declaración de intenciones. ¿O es un encomiable ataque de centrismo?

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