La agonía del Open Arms concluye con el desembarco en Lampedusa

Atraca en el puerto italiano con los 83 migrantes que seguían a bordo después de que la Fiscalía del país ordenase la incautación temporal del barco
El Open Arms, a su llegada a Lampedusa. EFE
photo_camera El Open Arms, a su llegada a Lampedusa. EFE

La Fiscalía italiana ordenó este martes la incautación temporal del barco humanitario español Open Arms y el desembarco en el puerto de Lampedusa de los 83 migrantes que seguían a bordo, poniendo así fin a una lenta agonía que ha durado casi tres semanas. El barco atracó en el puerto italiano de Lampedusa en torno a las 23.50 hora local y los inmigrantes entonaron el Bella Ciao momentos antes de poder pisar tierra y ser identificados por la policía local, que les hizo una foto.

El fiscal de Agrigento (Sicilia), del que depende Lampedusa, Luigi Patronaggio, tomó la decisión después de subir a bordo de la nave española acompañado de varios médicos para verificar el estado de los migrantes y la situación que reinaba a bordo, descrita por la tripulación como desesperada.

Según fuentes del procedimiento consultadas por Efe, el fiscal adoptó esa decisión a instancias de la organización al amparo del artículo 328 del Código Penal, que castiga con entre seis meses y dos años al funcionario público que haya omitido su deber que, "por razones de justicia o de seguridad pública, o de orden público o de higiene y salud, debe ser cumplido sin retraso". El Open Arms tendrá ahora que quedar dos semanas en Italia en el marco de esta investigación.

Esta Fiscalía investigaba un presunto delito de secuestro de personas para determinar por qué no pudieron desembarcar los migrantes en Italia a pesar de que un tribunal tumbó la semana pasada la orden del ministro del Interior, Matteo Salvini, de que el barco no entrara en aguas territoriales italianas.

160 MIGRANTES. En los últimos 19 días, el Open Arms ha ido adelgazando su pasaje de migrantes rescatados con un goteo de evacuaciones parciales por motivos médicos y lanzamientos al mar. El buque de la ONG española Proactiva Open Arms llegó a tener a bordo cerca de 160 migrantes, rescatados en el Mediterráneo entre el 1 y el 10 de agosto en tres operaciones, pero tras las últimas evacuaciones y los que se han tirado al agua para llegar a nado a la costa tenía a bordo a algo más de la mitad.

En los tres días que el barco ha estado fondeado a solo 800 metros del puerto de Lampedusa, sin poder desembarcar a los migrantes, casi una veintena de ellos se han lanzado por la borda para tratar de llegar a nado y han sido rescatados por socorristas o la Guardia Costera y la mayoría de ellos trasladados a tierra. Eso hacía temer otros episodios de este tipo incluso esperando la llegada del buque Audaz de la Armada española, que el Gobierno de Pedro Sánchez envió este mismo martes a Lampedusa para hacerse cargo de los migrantes y escoltar al Open Arms hasta el puerto de Mallorca.

Aunque la primera oferta del Gobierno español para abrir un puerto a estos migrantes llegó el domingo pasado, tras 17 días de odisea, el barco humanitario se negó a navegar por sus propios medios hasta cualquier puerto español. Con los migrantes hacinados en cubierta en duras condiciones, alegaban motivos de seguridad, falta de instalaciones y el mal estado físico y psíquico de los rescatados, así como el cansancio de la tripulación y los voluntarios por la larga crisis.

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