Opinión

Mano negra

Como muy bien lo reseñó Carmen Uz en este periódico, conseguir un billete de tren desde o hacia Lugo es una odisea que sin embargo salvan perfectamente los chinos que llegan por ferrocarril a Sarria para hacer el último tramo del Camino de Santiago. Es, pues, más fácil obtener el ticket ferroviario en el lejano Oriente que en las estaciones lucenses. Ello evidencia que una (o unas) mano negra está empeñada en que ni tengamos trenes ni podamos utilizar los pocos que de aquí salen o llegan. ¿Cómo es posible que hacer uso de un servicio público, de carácter estatal, dependa de la suerte, de la casualidad y del humor del expendedor de billetes? ¿Para qué sirve? No les extrañe que los potenciales usuarios se inclinen por otras opciones en donde no dependan de una chiripa para poder servirse cuando lo necesiten, sin necesidad de una espera de días o que no se produzca. Es lamentable que se castigue de esta manera a la única ciudad gallega, capital de provincia, donde sin embargo se proyecta, o eso dicen, una moderna estación intermodal... sin trenes, contando que la alta o media velocidad es una posibilidad tan remota que no pasa de utopía, aunque todavía queden ingenuos que no lo descarten. Bendita candidez.

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