Miñanco mantiene que solo movió tabaco hasta 1991

Prado Bugallo trata de acreditar que vivía a caballo entre Bélgica y Panamá y no en Galicia en esa época

Sito Miñanco, este lunes durante el juicio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Sito Miñanco, este lunes durante el juicio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, siguió el plan trazado el jueves por su letrado y aseguró este lunes en Pontevedra que en los años 80 se dedicó al tabaco, que adquiría en Bélgica, donde, según sostuvo, tenía fijada su residencia, y vendía en África y a barcos portugueses. Un negocio que ha asegurado que era "muy rentable" y con el que abrió una ruta a Panamá buscando tabaco más barato.

"Con los cigarrillos se ganaba mucho dinero", ha afirmado Miñanco, que ha reiterado que hasta el año 1991, cuando fue detenido por su relación con un alijo de 100 kilos de cocaína, "no toqué nada que no fuese tabaco".

Desde Bélgica, ha asegurado, venía a España "cada semana o cada quince días" porque su padre estaba en fase terminal y, aprovechando esas visitas, "me daban cosas a firmar" pero ha asegurado no tener "ni idea" o desconocer qué tipo de operaciones realizaba la inmobiliaria con su nombre.

No toqué nada que no fuese tabaco

Miñanco añadió que nunca contactó con el cártel de Medellín en prisión para iniciarse en el tráfico de cocaína, y también negó que estuviese detrás del famoso Cambados CF. "Les ayudé porque iba a desaparecer, pero los que lo llevaban eran otros", afirmó.

De ese modo intenta acreditar que en el período por el que se le investiga por blanqueo de capitales no residía en Galicia, sino a caballo entre Bélgica y Panamá, donde tendría sus negocios. 

Sobre la inmobiliaria San Saturnino, reconoció que firmó algunas ventas, pero aseguró que nunca supo nada de sus actividades, que estaban en manos, según su relato, de su excuñada y un antiguo abogado. "Si mi firma está ahí fui yo, pero sería por orden de mi cuñada y sus socios", afirmó.

Si mi firma está ahí fui yo, pero sería por orden de mi cuñada y sus socios

Además, dijo que no aportó cantidad económica alguna al negocio y que, tras cesado como administrador en 1989, nunca tomó ninguna decisión ejecutiva en la sociedad ni compró propiedades "por decisión mía". Asimismo, intentó desvincularse de su primera esposa, María Rosa Pouso Navazas, con quien dijo no tener relación desde 1982. 

En su declaración ante el tribunal, el narcotraficante ha defendido que "no tuve nada que ver" con la constitución de esta sociedad inmobiliaria, de la que se puso al frente "porque mi cuñada tenía mucha confianza en mí y me pidió el favor".

El fiscal asegura que la inmobiliaria blanqueó diez millones de euros entre 1988 y 2007 mediante la adquisición de bienes inmuebles en diferentes municipios de la provincia de Pontevedra.

RELACIÓN CON SU EXMUJER. Además, Sito Miñanco ha subrayado que "nunca le he dado dinero a mi exmujer ni a mis hijas" y ha asegurado que, a lo largo de los principales años de actividad de la inmobiliaria, no mantenía una buena relación con ellas, a raíz de sus relaciones con otras de sus parejas.

Nunca le he dado dinero a mi exmujer ni a mis hijas

No fue hasta 2011, época en la que comenzaron sus permisos penitenciarios, cuando sus hijas –con las que había arreglado sus diferencias años atrás– "le pidieron a mi exmujer que se pusiera como aval para poder salir", pero ha aclarado que nunca tuvo un vis a vis "íntimo" con su primera esposa en ninguna prisión.

María Rosa Pouso Navazas, por su parte, ha corroborado que desde la "separación física" de la pareja en 1982 no mantuvo ninguna relación con su exmarido "que no tuviera que ver con mis hijas". Además, aseguró que la actividad de San Saturnino "no tiene nada de particular" y los ingresos que generaba este negocio procedían del alquiler y compraventa de propiedades "y también teníamos seguros".

La hija mayor de Sito Miñanco y su excuñada, Rosa María Prado y Josefa Pouso, también han negado irregularidades en la gestión de esta sociedad inmobiliaria.

Aguin Magdalena niega que el narcotraficante hiciera 'gestión alguna' con sus empresas

El último de los acusados, el constructor José Alberto Aguin Magdalena, al que el fiscal considera testaferro de Sito Miñanco, ha negado que el narcotraficante hiciera "gestión alguna" con sus empresas y que, en todo caso, los negocios que le vinculan con la inmobiliaria, relacionados todos ellos con la construcción, fueron con su exmujer.

El juicio, en el que el capo se expone a una posible condena de seis años de cárcel y a la pérdida de numerosas propiedades, continuará este martes con la declaración de los investigadores y de los peritos. 

El abogado de Sito Miñanco, Gonzalo Boye, ha adelantado que alguno de estos peritos "tendrá que explicar muchas cosas", porque ha recordado que la actividad de su cliente en aquellos años "era legal" y está acreditada por la Hacienda belga.