¿Qué opciones de inversión existen al alcance del ciudadano de a pie?

Tal y como están los tipos de interés, según el punto de vista de muchos consumidores los depósitos han perdido valor. Tener el dinero retenido a cambio de prácticamente nada, no tiene mucho sentido más allá de que ayuda a vencer la tentación de no gastarlo. Sirve como forma de ahorro, pero no tanto como medio de inversión. En realidad, tener el dinero bloqueado también tiene un problema: el coste de oportunidad. En otras palabras, el hecho de que mientras el dinero está en un depósito, no se puede utilizar en otras oportunidades de inversión que puedan surgir. 

Así las cosas, es buena idea tener en cuenta las otras alternativas de inversión que pueden ser útiles para un ahorrador individual.

Bolsa

La bolsa puede ofrecer buenas rentabilidades, pero para muchos inversores es demasiado arriesgada. En principio, con una cartera bien diversificada se podría atenuar el riesgo, pero si hablamos de inversores pequeños, puede que no se cuente con el presupuesto suficiente para hacer una buena diversificación.

No obstante, actualmente con la figura de los ETFs, los inversores pueden invertir en índices bursátiles como el IBEX35, el DAX, etc. Esto permite que pequeñas inversiones queden distribuidas de forma muy similar (el ETF siempre tiene pequeñas diferencias respecto al valor al que está referido) a haber invertido en todas las compañías que suponen un índice, lo cual suele generar una diversificación sectorial mucho mejor que las inversiones del inversor promedio. Quedaría pendiente la diversificación geográfica, para la que también existen ETFs interesantes.

En cualquier caso, la bolsa es un tipo de inversión que ofrece muchísima flexibilidad y siempre se puede tener en cuenta como opción de inversión.

CFDs y otros productos apalancados

En general, estos productos no son recomendables para aquellos que no tengan un conocimiento profundo de los mismos. Incluso la CNMV obliga a los brókers a advertir que es un producto de alto riesgo y poco recomendado.  En todo caso, es una posibilidad que existe y que permite hacer una gran diversificación, aunque solo sea apta para expertos.

Crowdlending

El crowdlending permite invertir en préstamos a particulares o empresas a cambio de recibir los intereses que pagará la persona que recibe la financiación. Antes de las facilidades que ofrece internet, dedicarse a prestar dinero era realmente complicado debido principalmente tanto a las formalidades necesarias: contratos, métodos de pago, etc. como a la búsqueda de prestatarios de fiar. Pero, ahora mismo, plataformas de inversión en préstamos como Bitbond permiten encontrar prestatarios fácilmente y se encargan de todo el proceso de recolección del dinero a lo largo de la vida de la operación. 

Las ventajas de la inversión en Bitbond son:

  • Rentabilidades altas, de hecho, Bitbond anuncia un 13 %* en promedio después de malas deudas,
  • Gran capacidad de diversificación,
  • Se puede empezar a invertir desde 5 €, con lo que es fácil empezar poco a poco,
  • No hay comisiones para los inversores

*Rentabilidad anual promedio. La rentabilidad de cada inversor depende de su cartera de inversiones. Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras.

El principal riesgo de este tipo de inversión es, por supuesto, que el prestatario no pague. Si eso ocurre, Bitbond envía la deuda a una agencia de recobros internacional que gestiona los trámites para tratar de recuperar el dinero. No obstante, los impagos pueden ocurrir y es recomendable atenuar el riesgo llevando a cabo una buena diversificación entre los préstamos en los que se invierte.

Crowdfunding

El crowdfunding permite participar en la propiedad de una empresa. El beneficio potencial puede ser enorme, pero es arriesgada y la inversión puede quedar bloqueada durante años. Generalmente, no  es fácil vender las participaciones en una empresa adquirida mediante crowdfunding a no ser que la dirección de la misma haya decidido a ofrecer una salida de la inversión a los inversores.

Mercado inmobiliario

El mercado inmobiliario es otro de los clásicos en la inversión de los particulares. Se percibe como una opción más segura, porque en el caso de no poder vender la propiedad, al menos, siempre se tendrá la posibilidad de disfrutar o explotar la propiedad. Se asume que a largo plazo el precio de los inmuebles siempre crecerá, aunque esto es algo que depende enormemente de la situación en la que esté localizado el inmueble y en ningún caso está garantizado. 

 

Criptomonedas e ICOs

ICO es el nombre que se da al lanzamiento de una nueva criptomoneda. En concreto significa Initial Coin Offering. Es una inversión tremendamente arriesgada, pero al igual que ocurre con las inversiones en nuevas empresas, si se da con un proyecto que tiene éxito, en pocos años se puede multiplicar la inversión. El principal problema que tienen es que es realmente difícil analizar el potencial de la criptomoneda más allá de leer la web de la empresa que hay detrás y comprobar el currículum y la experiencia de los líderes del proyecto.

Además, también se puede invertir en criptomonedas como si de una divisa normal se tratase: o bien mediante un bróker de CFDs o bien acumulando la moneda en una cartera electrónica y esperando a que su precio suba con el tiempo. De nuevo, una opción realmente difícil para el inversor particular, ya que es difícil predecir la evolución de los precios.

*Artículo cortesía de Bitbond.

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