Opinión

Patinetes

ESTANDO COMO estamos en el país del sí pero no…, no nos da la gana; de la tolerancia descosida, de la indiferencia y del desorden sin ataduras, imagínense cuál puede ser el alcance de la displicencia en Lugo, avalada por la notoria flojedad del gobierno municipal. A principios del pasado diciembre, la Dirección General de Tráfico dispuso una normativa transitoria, hasta aprobar la reforma del Reglamento General de Vehículos, para ser aplicada ya desde ese momento por los ayuntamientos, prohibiendo la circulación de patinetes eléctricos por aceras y zonas peatonales, con sanciones de entre cien y mil euros para los infractores.

Desde el Concello de Lugo se hicieron algunos guiños no se sabe muy bien para qué, pero infructuosos, porque los artilugios siguen incordiando y desfilando con arrogancia por andenes y lugares reservados a viandantes, sorteados a velocidad temeraria para los indefensos caminantes, inermes por la impunidad que permite la ausencia absoluta de agentes de la Policía Local. Pero como todo es susceptible de empeorar, y por si éramos pocos, acaba de alumbrar la abuela con la intrusión de patinetes de alquiler, lo cual garantiza el libre albedrío de alocadas incursiones, con la aquiescencia y complicidad de quienes tienen la obligación de prohibirlo.

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