Paz diplomática por la osa francesa que mata ovejas en España

Los dos países llegaron este viernes a un acuerdo para garantizar la reintroducción del oso pardo en la cordillera fronteriza de los Pirineos

Ejemplar de oso pardo. AEP
photo_camera Ejemplar de oso pardo. AEP

España y Francia llegaron este viernes a un acuerdo para garantizar la reintroducción del oso pardo en la cordillera fronteriza de los Pirineos, después de que una osa liberada en el país galo pasara a territorio español y matara a ocho ovejas, lo que generó las protestas de los ganaderos de la zona.

La osa, de nombre Claverina, fue liberada junto a otro ejemplar de oso pardo el 4 de octubre de 2018 en la región francesa de Béarn (Francia), pero se desplazó hasta los valles de Roncal y de Salazar, en Navarra (norte), donde atacó a las ovejas.

El Gobierno regional navarro solicitó una reunión entre ambas administraciones, celebrada hoy en el Ministerio español de Transición Ecológica, en Madrid, a la que acudieron además representantes de Cataluña y Aragón (noreste), comunidades autónomas españolas vecinas también afectadas.

Los ganaderos alegan que tienen el ganado libre por el campo en los meses de mayor calor y que no se les comunicó la noticia de la reintroducción de dos ejemplares de esta especie hasta que la decisión ya estaba tomada.

El Ejecutivo autonómico navarro ya había protestado en octubre de 2018 por esta falta de información por parte de Francia para poder instalar, como así se hizo después, un mecanismo de detección para evitar el ataque a sus rebaños, entre otras medidas. 

Los representantes de las distintas administraciones se comprometieron a aumentar la coordinación técnica y, en particular, el flujo de información para consolidar la presencia del oso pardo en las distintas vertientes del Pirineo, especialmente en la parte occidental, donde la población -reducida a dos ejemplares macho-, se ha reforzado con la introducción de estas dos hembras.

De igual modo, coordinaron intensificar las medidas de prevención y disuasión para evitar ataques de los plantígrados a las cabañas ganaderas que pastan en los valles pirenaicos, en la línea del trabajo desarrollado en la cordillera cantábrica (que abarca todo el norte español), habitada en estos momentos por una población cercana a los 300 ejemplares de oso pardo.

El oso pardo, un mamífero en peligro de extinción, cuenta en España con una población que ronda los 350 ejemplares en su mayoría en la cordillera cantábrica. 

Se calcula que más allá de los más de 300 osos pardo en la cordillera cantábrica, otros 44 ejemplares se encuentran en el área pirenaica distribuidos principalmente en su zona central y de ellos cuatro estarían en la zona más occidental del Pirineo español, según cifras facilitadas a Efe por la Fundación Oso Pardo.

Aunque la población de osos pardo ha estado reduciéndose en España hasta finales del siglo XX, a mediados de la década de 1990 comenzó un periodo de recuperación que se mantiene en la actualidad.

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