Entre la amplia gama de motorizaciones disponibles —habrá hasta cinco sistemas de propulsión diferentes: gasolina (TSi), diésel (TDi), gas natural (TGI), micro-híbrido (eTSI) e híbrido enchufable PHEV (e-Hybrid)— la versión eTSi de 150 caballos de potencia y tecnología Mild Hybrid será, sin duda, una de las más demandadas.
La variante de carrocería familiar y acabado FR destaca por una carrocería que combina funcionalidad y deportividad a partes iguales. Desarrollado a partir de la plataforma MGB Evo del grupo Volkswagen, esta carrocería familiar —denominada Sportstourer— mide 4.642 milímetros de largo (93 más que la anterior generación), 1.800 de ancho (16 menos) y 1.448 de alto (3 menos), con una distancia entre ejes de 2.686 milímetros, 50 más que el anterior León.
Estas nuevas dimensiones favorecen sobre todo a los pasajeros de los asientos traseros, que disfrutan de mayor espacio, mientras que el volumen del maletero también se incrementa para partir de 617 litros. Además, el espacio de carga cuenta con un amplio portón automático, que se puede abrir con solo deslizar el pie por debajo del paragolpes trasero.
En cuanto a diseño, esta nueva generación del León se basa en las formas de su predecesor, pero adquiere una personalidad más marcada, con superficies más lisas y fluidas.
Elementos estéticos diferenciadores del nuevo León son su parrilla frontal de forma exagonal, similar a la que estrenó en su día el Tarraco, y los nuevos grupos ópticos delanteros, de tecnología led. En la zaga, los grupos ópticos, también de tecnología led, recorren todo el ancho de la carrocería para aportar a todo el conjunto un aire inconfundible.
INTERIOR. Pero si la evolución de las formas exteriores resulta más que notable, es en el interior donde la nueva generación del León da un importante salto cualitativo.
El puesto de conducción resulta muy ergonómico y todos los elementos están enfocados hacia el conductor. Por su parte, los materiales, de tacto agradable y suave, denotan una notable calidad, mientras que el diseño está marcado por las líneas rectas del salpicadero y un estilo minimalista en el que llama la atención la ausencia de botones. Otro aspecto destacado es la presencia de dos pantallas, la del cuadro de instrumentos digital, que es de 10,25 pulgadas, y la del sistema de infoentretenimiento, que en el caso de la unidad de pruebas es de 10 pulgadas.
Una de las innovaciones más útiles es el de la iluminación ambiental envolvente, que, además de decorar, aporta seguridad al avisar lumínicamente si al abrir una puerta se detecta la presencia de un vehículo o al hacer la función de control de ángulo muerto.
El nuevo León incorpora también toda una serie de asistentes a la conducción que lo convierten en el modelo más seguro jamás desarrollado por la marca. La unidad de pruebas dispone así de control de velocidad de crucero adaptativo (ACC) y predictivo, alerta de tráfico posterior, asistente de frenada en ciudad Front Assist con detección de peatones y ciclistas, asistente de cambio involuntario de carril (Lane Assist), reconocimiento de señales de límite de velocidad y de peligro o sistema de llamada de emergencia, entre otros muchos elementos.
La conectividad es otro de los apartados más destacados del nuevo León. El conductor cuenta con sistemas de control gestual y reconocimiento de voz, por lo que diciendo «Hola, hola», puede interactuar con el sistema para ejecutar diferentes acciones sobre los sistemas de calefacción, navegación o comunicación.
Asimismo, ofrece sistemas Full Link (Android Auto y acceso inalámbrico a CarPlay de Apple) y sistema de info-entretenimiento con conexión a internet en todo momento.
Esta conectividad también tiene lugar desde fuera del coche, a través de la aplicación Seat Connect, que permite a los usuarios acceder a los datos de conducción de su vehículo de forma remota, así como registrar el lugar en el que se ha aparcado o, en el caso de la versión híbrida enchufable, gestionar el proceso de carga de la batería.
Con todo ello, el León tiene argumentos de sobra para mantenerse como el modelo más vendido de la marca.
En aspectos como sonoridad y confort de suspensiones, el trabajo realizado por Seat en el desarrollo de la nueva generación del León es impecable. La posibilidad de interactuar con la entrega de potencia del motor y la dureza de las suspensiones va mucho más allá de poder elegir entre los modos de conducción Eco, Normal, Sport e Individual. La particularidad en este caso, es que en la última opción se puede variar la dureza de la suspensión hasta en quince niveles, lo que hace realmente difícil que un conductor no encuentre ese tarado de amortiguación que realmente le permita sentirse totalmente a gusto.
La suavidad del motor eTSi combina perfectamente con el cambio DSG de siete velocidades que se ofrece asociado a esta mecánica. Destaca en este aspecto la pequeña palanca de cambios, que resulta suficiente para seleccionar el modo de marcha elegido. El único inconveniente de este diseño es la imposibilidad de accionar el cambio manualmente a través de la palanca, algo que solo se puede hacer mediante las levas del volante.
