Opinión

Sensibilidad medioambiental

LA VELUTINA como una auténtica amenaza para las abejas y para el mundo apícola que, además de cumplir una función decisiva en la polinización, son un complemento cuando no una realidad como recurso en la economía rural; el lobo, que llevó a un grupo de alcaldes lucenses a una reunión para exigir respuesta a los daños que causa en la cabaña ganadera; el jabalí, que entra libremente hasta la muralla de la ciudad de Lugo y destruye extensiones importantes de plantaciones de maíz que los ganaderos plantan para forraje, o los lodos industriales utilizados como abono en el campo y que están entrando por esa vía en la cadena alimentaria, con dudas sobre sus controles, son algunos problemas que deberían figurar en la agenda urgente de los responsables de Medio Ambiente en la provincia de Lugo. De estos temas se ocupaba ampliamente este periódico en la edición del domingo en respuesta a una realidad de actualidad informativa tanto en el caso de los lodos como de la velutina o el jabalí. La respuesta desde las administraciones públicas, y en concreto desde Medio Ambiente, no puede ser que hay que aprender a convivir con la velutina, con el lobo o con el jabalí. Tanto lobo como jabalí han estado en los montes de Galicia secularmente, si ahora se convierten en un problema es por los cambios socioeconómicos en el campo: el abandono de la población y las tierras o los cambios de uso. Los lodos, transportados y utilizados como abono, serán un problema técnico y político, de control, más que una cuestión de convivir con malos olores y amenazas a la salud. Alguna respuesta, alguna aportación que dé salida positiva, habrán de encontrar ganaderos y apicultores. Alguna respuesta debería oírse en Lugo a estas cuestiones que son problemas reales. El silencio es la peor respuesta. Los problemas no se resuelven ni por ignorarlos ni por silenciarlos. Están aquí.

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