El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social publicó este miércoles los últimos datos de interrupciones voluntarias del embarazo, que un año más muestra un ligero aumento con respecto a años anteriores. A lo largo de 2018, abortaron un total de 95.917 mujeres —11,12 por cada 1.000 mujeres—, lo que supone un incremento del 1,91% respecto a 2017. No obstante, Galicia, con 6,5 por mil, arroja la segunda menor tasa de España, solo por detrás del dato conjunto de Ceuta y Melilla. Fueron casi 3.000 intervenciones.
Sanidad señala que los datos estatales apuntan a "una tendencia a la estabilización". Con todo, están muy por debajo del 2010, último año con la regulación anterior a la actual, cuando la ratio llegaba a 11,49 por mil.
En Galicia, la estadística más elevada se corresponde con 2011, con 7,76. Desde entonces han descendido cada año. En la comunidad se practicaron el curso pasado un total de 2.958 interrupciones del embarazo. De ellas, 1.459 ocurrieron en A Coruña, 724 en Pontevedra, 400 en Ourense y 344 en Lugo.
En cuanto a la edad de la mujer, en nueve casos tenía 15 o menos años, y bajaba de los 20 en 253. La franja más común, con el 20,6%, está entre los 25 y los 29 años. El siguiente tramo quinquenal ofrece un porcentaje prácticamente idéntico.
Las tablas del ministerio precisan también los motivos esgrimidos para practicar el aborto. El principal, que engloba el 93,7% de las situaciones, es una petición de la propia embarazada. No obstante, 94 casos se debieron a que se había detectado una grave posibilidad de "anomalías" en el feto, mientras que otros 87 respondían a que el embarazo ponía en "grave riesgo" la vida o la salud de la madre. En cinco, el feto padecía anomalías "incompatibles con la vida" o signos de una enfermedad "extremadamente grave e incurable".
