Un viaje al futuro

La cuarta generación del Audi A8 es un auténtico escaparate tecnológico que avanza con paso firme hacia la conducción autónoma 

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photo_camera Audi A8 50 TDi Quattro.

Elegante y muy tecnológico. Estas dos palabras son las que mejor definen a la cuarta generación del Audi A8, el buque insignia de la marca de los cuatro aros.

Solo hay dos mecánicas disponibles, el 50 TDi —que con un motor de tres litros V6 y 286 caballos es la protagonista de esta prueba— y la V8 de gasolina de 435. Ambas lucen, en todo caso, la etiqueta Eco de la DGT. 

Esto es posible gracias a la tecnología de microhibridación de 48 voltios, que permite al modelo circular a vela cuando las circunstancias lo permiten, a la vez que incorpora un alternador-motor de arranque que también permite el uso intensivo del start/stop con recuperación de energía.

La marca estima que estas medidas reducen en torno a 0,7 litros cada 100 kilómetros el consumo de combustible.

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Este alarde tecnológico, junto con una carrocería que se ha aligerado al máximo gracias a la utilización de materiales como el aluminio, el acero, el magnesio o la fibra de carbono, hace que el consumo en condiciones reales de tráfico se sitúe en unos 6,5 litros cada 100 kilómetros, lo que junto a la gran capacidad del depósito le otorga una autonomía del entorno de los 1.000 kilómetros.

Con esta carta de presentación, es indudable que el Audi A8 50 TDi es un vehículo pensado para viajar, aunque con un nivel de confort y refinamiento que hace que cualquier desplazamiento sea todo un lujo para los sentidos.

Ya sea como ocupante de cualquiera de los dos asientos delanteros, como pasajero en alguna de las plazas trasera, el interior de la nueva generación del A8 es un auténtico salón sobre ruedas.

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Dentro de esa atmósfera de verdadero lujo, los ocupantes de las plazas traseras serán, sin duda, los mejor tratados. Dependiendo del nivel de equipamiento y opcionales elegido, no solo dispondrán de unos cómodos asientos tapizados en piel de primera calidad, sino que además disfrutarán de todo tipo de ajustes como apoyo para los pies, reposacabezas, calefacción y masaje. 

Por si fuera poco, desde estas plazas también se puede regular —a través de una pantalla situada en el reposabrazos central— la luz ambiental, la de lectura u otras funciones del vehículo como la temperatura o las posibilidades de infoentretenimiento.

Desgranar todo el equipamiento, funciones y controles automatizados que puede llegar a ofrecer el A8 exigiría, desde luego, mucho más espacio, ya que la berlina de los cuatro aros no solo ofrece todo lo que el más exigente usuario puede pedir, sino también mucho de lo que puede imaginar.

Este alarde tecnológico se traslada también al conductor. La tracción integral Quattro o el cambio automático Tiptronic son solo la carta de presentación de un modelo que avanza con paso decidido hacia la conducción autónoma.

Aunque es cierto que a día de hoy el conductor del A8 no se puede desatender totalmente de la conducción, la realidad es que ningún otro modelo en el mercado ofrece la posibilidad de manejarlo de forma tan relajada, en la que la intervención del conductor sobre el volante y los pedales se reduce a la mínima expresión.

Todo ello hace que el A8 no sea solo un coche que se disfrute desde las plazas traseras, sino que la experiencia de conducción resulta también de lo más gratificante.

Una vez que se enciende el motor a través del botón de arranque, el silencio y la ausencia de vibraciones es total. Ese silencio de marcha es una constante en cualquier tipo de viaje, independientemente del modo de conducción  —Efficiency, Comfort, Auto, Dynamic e Individual— que se elija.

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El cuadro de instrumentos, totalmente digital, ofrece unos gráficos y una resolución de altísima calidad, además que permite diferentes configuraciones que resultan realmente útiles.

Otra agradable sorpresa es la agilidad en trazados más sinuosos. Es cierto que el A8 no es un vehículo pensado para circular de forma deportiva en este tipo de carreteras, pero la nobleza de reacciones y la forma de enlazar curvas no deja de ser sorprendente para un vehículo que mide 5,17 metros de largo y que ronda las dos toneladas de peso.

Las autopistas y autovías son, sin embargo, el tipo de carreteras preferido por el Audi A8. Viajar con este coche en este tipo de vías es como hacerlo casi sobre una alfombra voladora, dada la suavidad e insonoridad con la que se mueve. El control de velocidad autoadaptativo permite que el conductor no se tenga ni que fijar en las señales de limitación, ya que el coche adaptará su velocidad al límite que indiquen en cada momento.

El asistente de salida de carril hará que en todo momento el coche siga las líneas de la carretera —aunque en ciertas circunstancias resulta demasiado intrusivo— y si se circula de noche o en condiciones difíciles los faros se encargarán de proporcionar siempre la máxima intensidad lumínica, a la vez que evitan deslumbrar a los vehículos que circulan de frente. Además, una cámara de infrarrojos de visión nocturna permitirá ver con antelación si una persona o animal invade la carretera.

Autónomo nivel 2

Según Audi, el A8 está preparado para una conducción autónoma de nivel 3. Sin embargo, como ni la legislación ni las carreteras lo permiten, se comercializa con un nivel 2. Esto significa que el coche frena e inicia la marcha por sí solo y corrige la dirección para mantenerse en el carril.

Un placer para los sentidos

El lujo interior es abrumador y bien se puede decir que el Audi A8 es un auténtico salón con ruedas. Ofrece, además, un amplio equipamiento tecnológico, en el que se incluyen tres grandes pantallas para distintas funciones.

Como una alfombra voladora

La suavidad e insonoridad hacen que la calidad de rodadura sea excepcional. Los kilómetros pasan al volante del Audi A8 sin prácticamente darse cuenta. El motor diésel resulta en este caso muy lineal y progresivo.

FICHA TÉCNICA
Motor
Combustible: Gasóleo
Cilindrada: 2.967 cc.
Potencia: 286 CV
Par máximo: 600 Nm
Transmisión
Cambio: Tiptronic, 8 vel.
Tracción: Integral

Prestaciones y consumos
Velocidad máxima: 
250 kms/h.
Aceleración 0 a 100: 5,9 seg.
Consumo medio: 5,6 litros
Emisiones CO2: 145 gr/im

Precio
Gama desde 99.285 euros
CONCESIONARIO EN LUGO

AUTOGANDARA

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