María Usabiaga Jonsansoro, peregrina originaria de país Vasco

"Le cogí el gusto y ya no hago otra cosa... Tengo 81 años y 47 caminos"

Natural de Irura (Guipúzcoa), ha dedicado su jubilación a hacer el Camino de Santiago, en el que ha encontrado gran satisfacción. Asegura que siempre tiene su mochila a medio hacer, tras pasar por Pontevedra se prepara para la siguiente ruta; su favorita es el Camino del Norte, por la costa
María Usabiaga Jonsansoro sostiene sus pasaportes de peregrina repletos de sellos. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera María Usabiaga Jonsansoro sostiene sus pasaportes de peregrina repletos de sellos. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Con 81 AÑOS y 47 caminos a sus espaldas, María Usabiaga Jonsansoro, sostiene su mochila decidida a terminar su camino número 48. Esta peregrina excepcional es originaria del pueblo de Irura, de la provincia de Guipúzcoa. A su paso por el Albergue Provincial de Pontevedra, aunque asegura que "lo más difícil ya esta hecho", insiste en no contabilizar este camino hasta no completarlo. Para ello, aún le faltan 65,2 kilómetros. Mientras llega a la Catedral de Santiago de Compostela, disfruta del recorrido y, sin proponérselo, se hace notar, pues su fortaleza —casi sobrehumana— le suma unas decenas de centímetros a su menuda figura.

¿Cómo inició esta maratónica afición por el Camino de Santiago?
Empecé, en 2006, por una promesa... Después de jubilarme, a los 65 años. Desde entonces, hago tres caminos al año, esta ya es la tercera de este año, por eso tengo tantos caminos hechos. 

¿Por qué tres caminos al año? ¿Es parte de la promesa?
La promesa se terminó con el primero. Lo que pasa es que le cogí gusto al Camino de Santiago y no hubo otra cosa.

¿Siempre ha caminado por la misma ruta? ¿Ha tomado diferentes caminos?
Por el Camino Portugués he venido por lo menos seis veces. He hecho diferentes caminos, pero repetidos también. Porque con tanta cantidad... Tengo nueve de Fisterra y Muxía; el Camino Inglés; el de Italia, dos veces; Francia, San Francisco de Asís... y es que no paro.

"Empecé en 2006 después de jubilarme. Tenía 65 años. Desde entonces, hago tres caminos al año"

Si tuviera que recomendar un camino, ¿cuál sería?
A nadie le digo ‘haz esto’. Yo por mí, les diría que el Camino del Norte, el que recorre la costa, de donde soy yo, pero todos los caminos tienen su encanto y no me gusta quitarle nada a nadie. Todos los caminos tienen algo diferente.

En todos estos años habrá vivido numerosas anécdotas. ¿Recuerda alguna en particular?
En Francia tuve una deshidratación. Era una etapa que tenía mucho monte y nos dijeron: "Coged mucha bebida porque no hay agua, ni bares, ni nada". Pues nos quedamos sin agua y la que peor yo, claro. Tuvieron que subir los bomberos y pasé tres días en un hospital, donde me atendieron muy bien. No me puedo quejar. También he tenido mordeduras de perros. En Fisterra me rompí la muñeca, por sacar una foto... Porque soy atrevida y subí, subí y subí y no me entraban bien los pies, y me caí. He visto jabalíes. Me ha pasado de todo.

¿Es una experiencia que hace sola o viaja acompañada?
Empezamos cuatro. Dos llegaron hasta Burgos y luego ya dejaron de hacerlo. Luego con una amiga hice tres caminos y ya aquella también lo dejó, por los nietos. Entonces, dije que si no me muevo sola, no hay nada que hacer. A mí siempre me ha gustado mucho el senderismo. Tengo hechos recorridos antes de hacer el Camino de Santiago. Siempre me ha gustado el monte. Pero al casarme y luego tener cuatro hijos, ya lo dejé. Ahora para mí la mayor felicidad es hacer el Camino de Santiago. No voy de vacaciones, siempre estoy con mi mochila.

"Para mí la mayor felicidad es hacer el Camino de Santiago"

¿Cómo es su preparación para iniciar cada ruta?
Hago mucha natación y me mantengo porque tengo 81 años. Y así pues... Casi siempre tengo la mitad de la mochila hecha, porque cuando llego a casa soy bastante escrupulosa, desinfecto todo. Y luego la ropa que solo llevo para andar en el camino, la meto ahí de nuevo, y por eso la mitad la suelo tener preparada para la próxima.

¿En qué época del año suele hacer camino?
En primavera, normalmente hago dos. Y, en septiembre, suelo hacer uno. Pero esta vez he salido un poco antes porque el 29 del mes que viene son las fiestas de mi pueblo y canto en un coro. Tenemos concierto y tengo que estar para los últimos ensayos.

Cuando llega a Santiago de Compostela, ¿qué hace?
Cuando hago el Camino de Santiago, no me gusta llegar cansada. Normalmente me suelo quedar en el Monte do Gozo o en San Adrián, en la parroquia de la Iglesia, que también es albergue. Y, al día siguiente, sin mochila ni nada, suelo bajar a sellar. Porque si no hay que dejar también ahí la mochila. Me gusta llevar conmigo la mochila, pero me gusta también llegar con tranquilidad a la catedral y oír la misa del peregrino.  

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