Dieciocho años de un peregrinaje a pie

Un jubilado de banca edita ahora las memorias de los casi 800 kilómetros del Camino que hizo con su mujer en 2004

Emiliano Vázquez Calvo, con su libro. SABELA CORBELLE
photo_camera Emiliano Vázquez Calvo, con su libro. SABELA CORBELLE

La historia del libro que acaba de sacar a la luz Emiliano Vázquez Calvo, un jubilado de banca, tiene dieciocho años. En 2004, cuando él y su mujer sumaban 140 —según dice, para no aclarar su edad—, decidieron hacer a pie el Camino de Santiago desde Saint-Jean-Pied-de-Port, en Francia. Un recorrido de 772 kilómetros hasta Santiago que esta pareja de jubilados realizó en 31 días y que saboreó, jornada a jornada, grabando incluso todas sus experiencias en un antiguo magnetofón para que no las borrase el paso del tiempo.

La cinta quedó en un cajón, donde permaneció seis años, hasta el siguiente Xacobeo, el de 2010. Fue, entonces, cuando Emiliano rescató la grabación con la intención de transcribir aquellas experiencias vividas al ordenador en forma de texto.

Así hizo pero también ahí quedó, hasta que llegó la pandemia en 2020. Aprovechando el confinamiento, Emiliano pensó en qué podría invertir su tiempo y se le vino a la cabeza aquel proyecto de escribir sus memorias del Camino que había dejado atrás hacía diez años. «Púxenme a escribir as lembranzas que gravara e saíronme 18 páxinas que agora, en forma de libro, convírtense en 121», explica Emiliano Vázquez.

Libro
Su idea era que el libro saliese coincidiendo con otro Año Santo, el 2021, pero se hizo esperar algo más hasta que hace solo dos meses recibió un paquete en su casa con 50 ejemplares de su aventura contada, por fin, en forma de libro, ‘El auténtico Camino de Santiago a pie (Diario de un peregrinaje)’.

Afortunadamente, y esta vez sin buscarlo, se editó en otro Año Jacobeo, el 2022, declarado por El Vaticano también Año Santo por la elevada incidencia de la pandemia de covid en 2021.

Ahora, por fin, su sueño se vio hecho realidad y promociona su libro no tanto con el afán de vender sino más bien con la intención de dar algún consejo al que se atreva a recorrer los casi 800 kilómetros que hizo cuando él y su mujer ya habían sobrepasado la barrera de los 60, lo que, para ellos, no fue ningún problema. «Cando nós fixemos o Camiño, levabamos todo organizado día a día. Para iso, documenteime cunha guía de El País Aguilar e tamén cun libro que escribira o cura Elías Valiña, pero tamén aproveitei os consellos que me deu un médico, que me foron de marabilla, e que traslado tamén ao libro», afirma este jubilado, que se replanteó varias veces repetir la experiencia.

Emiliano pretende vender los libros solo para recuperar gastos y ayudar a los demás a hacer el Camino de la mejor manera posible. «É importante facer cousas como ducharse e non secarse ou levar dous tipos de calcetíns, pero vale a pena vivir esa experiencia. Cando, por fin, chegas a Santiago, a alegría que sintes é desbordante», cuenta Emiliano.

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