PILAR FALCÓN SOLO desconecta cuando deja atrás el tórrido verano madrileño para instalarse en su casa de A Pastoriza. Allí pasará al menos un mes, con idas y venidas para excursiones, visitas a amigos y este año, además, la promoción de su último libro.
En Un camino de cine xacobeo hace un recorrido por la filmografía existente en torno a esta ruta. ¿De dónde surgió la idea?
El cine siempre me ha gustado mucho y, coincidiendo que se acercaba la celebración del Xacobeo, iba conociendo a gente que no conocía la filmografía y los documentales sobre el Camino, incluso dentro de la colectividad gallega, y así fue como se gestó esta idea.
¿Cuántos títulos se ha encontrado en los que se dé ese nexo?
En el libro incluyo 50 títulos y están los más importantes, por supuesto, pero no están todos los documentales que se han hecho para televisión porque son muchísimos. Y aquí hablaría de otra de mis motivaciones: reivindicar estos trabajos claramente como cine xacobeo, con sus peculiaridades y sus características, y hablar de él como de cualquier otro cine.
El cine xacobeo debería ser considerado un género por sus peculiaridades
¿Cree que debería ser considerado un género?
Sí, sí, claramente.
Habla de un cambio en el cine xacobeo, que ha pasado de destacar más la experiencia religiosa a hacerlo de la búsqueda personal que supone.
Este cine empieza con temas históricos y religiosos. Si nos vamos a principios de los años 20 del pasado siglo, lo que tenemos son unos primeros documentales en blanco y negro en los que lo que hay es sencillamente una ofrenda al Apóstol. A partir de la década de los 50 encontramos ya aproximaciones al Camino destacadas, con ficción, con leyendas y con coproducciones importantes, estadounidenses o franco-italianas, como La Vía Láctea. Y todo este caminar que viene de atrás ha ido cogiendo más cuerpo a partir, sobre todo, de los años 90, un caminar que desde el 2000 ha sido una auténtica carrera.
¿Cuál destacaría como el primer título importante?
El Pórtico de la Gloria (1953), de Suevia Films, fue el primer melodrama de este tema en alcanzar una dimensión mundial. Es una película que marca claramente esa expansión internacional y cuenta con actores importantísimos, y ahí aparece por ejemplo una Lola Herrera muy jovencita.
El Pórtico de la Gloria fue el primer melodrama de este tema con dimensión mundial
En este repaso, ¿cuál es la película más sorprendente de las que se ha encontrado?
Lo más sorprendente ha sido comprobar que La Vía Láctea de Buñuel (1969) se incluye en el cine xacobeo, cuando en realidad el Camino es un recurso que utiliza Buñuel, porque la película poco, nada o casi nada tiene que ver con eso. La cinta cuenta la historia de dos trotamundos franceses que deciden peregrinar desde París a Compostela y se sirve del Camino para hacer otro tipo de película, una parodia sobre los personajes religiosos. Lo incluyo porque su escenario es el Camino, pero le falta esa pincelada peculiar del cine xacobeo que tienen todos los otros títulos que salen en el libro.
Ha dicho que lo que le falta al Camino es que un gran director ruede ahí una de sus películas.
Sí, falta que un personaje de renombre, con un carisma mundial, le dé un empujón fuerte. Y es algo que podría hacerse incluso con el guion que en su día escribió Otero Pedrayo, a quien se lo encargaron pero que nunca llegó a materializarse.
Otero Pedrayo escribió un guion sobre el Camino, pero este no llegó a rodarse
Entre las aportaciones a este tipo de cine están comedias como Al final del camino, con Fernando Tejero y Malena Alterio. ¿La combinación de actores populares y humor podría ser la ideal para promocionar aún más el Camino?
El cine jacobeo ha dado un vuelco a partir del año 2000, recreándonos las vivencias de todos los que hacen este recorrido, y ahora estamos en eso. Pero creo que ya, esas historias están muy bien, pero han sido demasiado explotadas y hay que buscar guiones con temas diferentes, más arriesgados.
¿Se le ocurre qué enfoques se podrían explorar?
Tal vez podríamos seguir la línea de La Vía Láctea de Buñuel, dando pie a un debate espiritual más que religioso. Es solo una idea, pero estaría muy bien algo de este tipo.
Aunque acaba de presentar este libro, ¿ya tiene algún otro proyecto en mente?
Yo tengo un blog al que voy subiendo los artículos semanales que escribo en prensa y desde un sector médico me han propuesto hacer una recopilación de todos los que tengan el covid de fondo, ilustrándolos con viñetas de profesionales de la prensa gallega, para aportar una visión diferente, no solo la sanitaria. Espero que esté listo a finales de año.
