DE ORIGEN canario, José Manuel Cánovas lleva casi toda su vida en Galicia, adonde llegó de joven para estudiar Económicas en Santiago, la ciudad en la que tiene su sede Audicon. En ella y en las oficinas de A Coruña trabajan 25 profesionales —el 60% mujeres— bajo la batuta de un economista que avisa de que subir impuestos a la gran empresa puede provocar huidas a otros países y que saluda la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 22%, siempre, eso sí, que no se traslade a las cotizaciones de los autónomos.
¿Que significa ser la primera empresa gallega en recibir uno de los premios más destacados del sector?
Para Audicon es un prestigio grande recibir este reconocimiento por decisión del comité técnico del Registro de Economistas Auditores, donde no hay políticos, solo técnicos. Es un orgullo que compañeros que forman parte de la competencia digan que eres auditor del año. Han merecido la pena casi 40 años de trabajo por mi parte y casi veinte por la gente del despacho.
¿Cómo va la actividad del sector?
En general se hacen más auditorías. Como hay más competencia y hemos salido de una crisis, el coste de los honorarios por auditoría se ha mantenido o incluso rebajado un poco en el sector privado. En el ámbito público, se están haciendo bajas temerarias por casi todas las personas que compiten.
En todo caso, los servicios de Audicon van más allá de la auditoría.
Vimos venir la ola que llegó en 2007 y apostamos por diversificar la actividad en tres frentes: la auditoría del sector público, asesoramiento fiscal y reestructuraciones de grupo, y márketing para crecimiento empresarial. Nos ha ido bien, hemos crecido en época de crisis y el equipo ha funcionado. Audicon suma hoy 25 profesionales en Galicia y mantiene su apuesta por el talento. A cierre de 2017 le había pagado al menos un máster a casi el 85% del personal.
No tenemos ningún cliente que suponga más del 6% de la facturación del despacho y eso nos permite ser independientes
¿Qué nombres figuran entre los clientes del despacho?
Como forman parte de un registro público puedo citar varios grupos como Añón, Incoga o Regueira, además de pequeñas empresas en una variedad de ámbitos. Lo bueno es que no tenemos ningún cliente con un peso superior al 6% de la facturación total del despacho y eso hace que podamos ser independientes y decir lo que honradamente pensamos sin miedo a perderlos, porque no supondría un golpe grande en el negocio.
¿Cómo influye en la gestión de las compañías la situación de inestabilidad que hay a nivel mundial?
Todas las empresas en Galicia, de la más grande a la más pequeña, está en un momento de inestabilidad en la toma de decisiones ante los cambios en los mercados. El mercado online, por ejemplo, cambia costumbres y tendencias, y la que no se ajuste a eso lo va a tener complicado. Las empresas tienen que adaptarse en cortos periodos de tiempo a una situación cambiante, lo que ayuda al cambio constante. Ahora la mayoría de decisiones se toman a corto plazo y los proyectos que se hacen a largo plazo están abocados a las revisiones puntuales y modificaciones en el presupuesto.
El repunte de las quiebras empresariales en la crisis abrió un nicho de trabajo en torno a la figura del administrador concursal, pero Audicon no entró en esa actividad.
Casi todos los despachos de economistas y abogados optaron por actuar como administradores concursales, pero nosotros decidimos que no. Apostamos por intentar ayudar a las empresas a ser viables y crecer en época de crisis.
¿Algún caso que pueda compartir?
Hace cuatro años entramos en una empresa pequeña en aquel momento, con solo 30 empleados y una facturación de 1,5 millones de euros. Hoy tienen un volumen de negocio de cerca de 6 millones, 120 trabajadores y la han querido comprar varias multinacionales.
En los planes estratégicos que diseñan aplican técnicas de márketing.
Si, empleamos el llamado márketing de experiencia para detectar qué le puede ofrecer la empresa al cliente para que acuda a su página web a comprar sus servicios o software o vaya a sus comercios.
El Gobierno quiere subir los impuestos a la gran empresa, ¿cree que tendrá consecuencias?
Las grandes empresas son multinacionales y si se les suben los impuestos se mueven a otro país. Creo que el Gobierno no ha medido el impacto de la medida.
Las patronales se han mostrado contrarias a la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 900 euros en 2019, ¿qué opina?
Considero que es una medida positiva, siempre y cuando no se traslade a la subida de las cotizaciones sociales de los autónomos.
¿Cuál es su visión sobre lo ocurrido con el impuesto de las hipotecas?
Para un auditor-asesor, la sensación de inseguridad jurídica que se produce por este asunto o cualquier otro a la hora de planificar con las empresas no es bueno.
