El alquiler vacacional expulsa a los estudiantes a otros concellos

La Asociación Galega de Inmobiliarias estima que "más de la mitad" del parque compostelano se pasó al arrendamiento turístico este año

Un joven examina varios anuncios de viviendas. AEP
photo_camera Un joven examina varios anuncios de viviendas. AEP

Entre los 71 hoteles y 566 pisos de uso turístico que hay dados de alta en la capital gallega, hay unas 8.388 plazas de alojamiento. Tres de cada diez las ofrecen particulares que arriendan sus viviendas, aunque todo indica que son más, pues el gobierno de Martiño Noriega detectó en un estudio ejecutado en 2017 una importante bolsa oculta al fisco. Con precios que para la primera quincena de agosto pueden llegar a los 3.300 euros que se piden por un apartamento a 200 metros de la catedral, el auge de los pisos vacacionales mina la oferta de vivienda para familias y estudiantes que, además, se ven forzados a pagar más.

"El año pasado ya tuvimos que salir a colocar a alumnos de la USC tanto gallegos como Erasmus en localidades del área metropolitana, como O Milladoiro y Bertamiráns. Además, vemos que familias con dos sueldos están abocadas a destinar uno íntegro a pagar el alquiler, lo cual es una locura". Así lo explica Carlos Debasa, el presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin), que agrupa a empresas de Compostela y Ames.

Según los cálculos del colectivo, "más de la mitad" del parque de pisos disponibles en la capital "ha migrado al alquiler vacacional" y, dentro de este último grupo, existe "una parte muy mayoritaria en situación irregular".

Según los datos de la DirecciónXeral de Vivenda e Solo, los alquileres convencionales acumulan subidas en Santiago desde 2017. Si entonces la media era de 408,7 euros al mes, en mayo se rondaban los 440, llegando a alcanzar los 521 euros en la zona centro. Y todo hace presagiar que, si las administraciones no actúan, la situación empeorará a medida que se acerque el Xacobeo 2021.

"Quedan menos de la mitad de los pisos que había hace un año para alquiler tradicional y la demanda ha subido", expone Debasa, que dirige la inmobiliaria Percent Compostela. El experto augura que este año los estudiantes que no se apresuren a buscar donde vivir tendrán problemas. Ante la falta de medidas contundentes por parte del anterior ejecutivo, el portavoz de Agalin confía en que el nuevo regidor, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, tome cartas en el asunto, siguiendo los pasos de otras ciudades que, por ejemplo, han fijado cuotas.

La Fegein alerta de que el stock de vivienda vacía no llega a los 20.000 pisos en Galicia, lo que contribuye a 'inflamar' los precios

Frente a esta posición, la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) insta al Ejecutivo local a reunirse con el sector antes de adoptar medidas. Su presidenta, Dulcinea Aguín, ve necesario un plan de recuperación del casco histórico y agilizar los trámites administrativos de la concesión de licencias. "Así se podrán dotar a las viviendas antiguas de servicios mínimos para que los residentes puedan quedarse a vivir allí", constata la portavoz, que estima que el turismo es "un sector a proteger" en Compostela. "Si los ciudadanos han encontrado una nueva fórmula para rentabilizar sus propiedades, ¿por qué van a sufrir limitaciones?", zanja Aguín.

FALTA DE ESTRATEGIAS. Convencido de que la normativa de la Xunta en materia de pisos turísticos debía ser "más flexible", la Fegein, por su parte, insta a las administraciones autonómica y locales a trazar sus planificaciones en materia residencial incentivando fiscalmente a los titulares de casas vacías para que las arrienden y creando un parque social de inmuebles en alquiler.

Comentarios