Los primeros agentes en la casa del crimen de Nigrán: "Estaba extrañamente tranquilo"

El médico que certificó la defunción de la víctima testifica que cuando llegó llevaba "un rato" muerto y que en seguida observó que había sufrido "un golpe muy contundente"

 

El acusado de haber matado supuestamente a otro dándole un golpe con una plancha de ropa. SALVADOR SAS
photo_camera El acusado de haber matado supuestamente a otro dándole un golpe con una plancha de ropa. SALVADOR SAS

Los primeros agentes en acudir a la casa de Nigrán en la que un hombre murió de un golpe en la cabeza con una plancha en junio de 2016 declararon este martes que el acusado, Igor V. estaba "extrañamente tranquilo". En la segunda jornada del juicio por estos hechos, que se celebra con Tribunal de Jurado en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, han declarado cinco guardias civiles, una vecina y el médico que acudió en ambulancia al lugar de los hechos tras la alerta del 112. 

Dos de los agentes, que acudieron al lugar de los hechos poco después del aviso a emergencias, han coincidido en destacar la tranquilidad del procesado. "Me llamó la atención, puede ser porque ya había hablado con los policías locales", ha apuntado uno de los guardias civiles, a lo que el segundo ha agregado que le "llamó la atención porque cuando uno hace algo malo, aunque sea en defensa propia, le causa preocupación y nerviosismo, y él estaba tranquilo". 

Los agentes han indicado que el acusado comentó que el fallecido "solía llegar borracho y a veces se ponía agresivo", y ese día había llegado ebrio y discutieron por una "deuda de dinero". A continuación, dijo que "le había amenazado con un cuchillo", por lo que "él, para defenderse, le había pegado con una plancha".  De acuerdo con la versión que transmitió entonces, después del golpe, la víctima se sentó en el sofá y le instó a no llamar a la ambulancia porque "era fuerte", si bien al cabo de un tiempo "se desplomó" en el sofá.Después, el acusado y otros varones que se encontraban en la vivienda le tumbaron en el suelo para hacerle las maniobras de reanimación.

El acusado comentó a los agentes que el fallecido "solía llegar borracho y a veces se ponía agresivo", y que ese día había llegado ebrio y habían discutido por una deuda de dinero

Por su parte, el médico de urgencias que certificó el fallecimiento del varón que murió en Nigrán ha manifestado que el paciente "ya llevaba tiempo muerto" y que "en la mano o cerca, había un utensilio que parecía un cuchillo".  Tal y como ha declarado el doctor, en condición de perito, cuando llegó al lugar la víctima estaba en el suelo y no tenía signos vitales, por lo que no realizó maniobras de reanimación. Así, ha dicho que las heridas "no parecían inmediatas, de minutos", sino que "llevaba un rato fallecido", por lo que "con las maniobras no podría resucitarlo con garantías". De hecho, ha comunicado que, cuando él llegó, la herida del fallecido no emanaba sangre, aunque sí había sangre en el sofá y un charco de sangre en el suelo. En todo este contexto, trasladó en su informe que no se podían descartar signos de violencia o muerte inesperada. 

Además, ha indicado que, al examinar el cuerpo superficialmente, comprobó que presentaba un traumatismo cranoencefálico de alta energía, es decir, por "un golpe muy contundente con un objeto muy grande o una caída desde una altura". "El impacto debió ser fuerte y contundente para provocarle esa herida", ha explicado, admitiendo que escuchó "algo de una plancha", pero 'a posteriori'.

HECHOS ENJUICIADOS. La Fiscalía mantiene que el 12 de junio de 2016 un hombre de nacionalidad ucraniana, Igor V., mató a un compatriota con el que compartía piso en Nigrán, Roman S., golpeándole con una plancha en la cabeza, aprovechándose de que éste tenía limitada su capacidad de atención y reacción por haber ingerido una elevada cantidad de alcohol.  A continuación, añade, con la finalidad de eludir su responsabilidad, el acusado recogió la plancha, colocó una mitad de la tabla de cortar en la cocina y limpió los restos de sangre con dos bayetas. "Asimismo, colocó en el suelo del salón un cuchillo que había cogido de la cocina con intención de procurarse una justificación de su conducta", sostiene en su escrito de acusación. 

Por todo ello, le considera autor de un delito de homicidio, y pide que sea condenado a una pena de 15 años de prisión, y que indemnice a la esposa de la víctima. No obstante, la defensa mantiene que Igor V. actuó en defensa propia porque el fallecido le amenazó con un cuchillo, por lo que reclama su libre absolución o, "como mucho", subsidiariamente una condena por homicidio imprudente. 
 

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