Caso Diana Quer: o TSXG tomba o recurso do Chicle e avala a permanente revisable 

O tribunal desestima o recurso interposto pola defensa de José Enrique Abuín Gey
Imagen de la televisión que retransmite el juicio contra José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle. EFE
photo_camera José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle. EFE

El clavo ardiendo al que se aferraba José Enrique Abuín Gey El Chicle para evitar la prisión permanente revisable lo acaba de desmontar el TSXG, cuyos magistrados han desestimado el recurso de apelación que hace algo más de tres semanas presentó –y defendió con empeño– la abogada del secuestrador, agresor sexual y asesino de Diana Quer. 

Pero la convicción no basta cuando se defiende una causa que choca con la realidad, y eso es lo que ocurrió con el incisivo texto con el que la penalista María Fernanda Álvarez buscaba que se repitiese el juicio por el crimen que mantuvo en vilo a toda España durante 500 días. Sucedió que el peso de los axiomas de la sentencia que firmó el juez Ángel Pantín el pasado diciembre decantó la balanza judicial del alto tribunal gallego hacia la culpabilidad de El Chicle, abocado ahora a pasar el resto de sus días entre barrotes por unos hechos que según el TSXG han quedado "debidamente acreditados"

Aducía la letrada en el recurso que presentó el pasado martes en la sede del TSXG, en A Coruña, que en el proceso judicial se vulneraron, uno por uno, todos los derechos de su patrocinado. Desde su presunción de inocencia al ser detenido, a su intimidad en las conversaciones telefónicas con la Guardia Civil, pasando por su honor, mancillado según ella por una "prensa inquisidora que le puso la guillotina al cuello desde el primer momento". 

Pero sobre todo incide en que se vulneró su derecho a un juicio justo, y para ello desautoriza, también en este caso, a todas las partes personadas en el juicio, una por una: a los forenses, a los que acusa de "querer probar la violación sin una sola muestra de ADN" de El Chicle en la ropa interior de Diana, "donde sí había restos biológicos de ella"; a los guardias civiles, a los que afea que "manipulasen" la brida que a su juicio nunca llegó a estar en el cuello de la joven; a la fiscala del caso, a la que censura "por llamar violador" a su cliente; al juez Pantín, al que critica desde el ámbito judicial por "emitir una sentencia que debería ser nula" y por "dejar que se contaminase el caso" con otros asuntos pendientes de Abuín", e incluso al jurado, al que responsabiliza de un "veredicto defectuoso".

Sin embargo, todas las ofensivas de a abogada para buscar grietas en el proceso se toparon con un muro cimentado por verdades, las que prueba la sentencia del juez Pantín –basada a su vez en el veredicto del jurado– y que ahora respaldan a pies juntillas los magistrados del alto tribunal gallego.

Por tanto, el relato acerca de lo que sucedió la madrugada del 22 de agosto de 2016 es claro: El Chicle acechaba en torno a las 2.40 horas a Diana al término del paseo de O Areal, donde no robaba gasoil a feriantes como él dice, sino que buscaba una presa sexual y la encontró, desafortunadamente, en la joven madrileña de 18 años, con la que forcejeó y metió en el maletero de su coche para transportarla con vida hasta la lúgubre nave de Asados sin otra intención que no fuera agredirla sexualmente. Intentó encubrir el crimen asesinándola y arrojando el cuerpo al pozo, regresando a los pocos días para hundir del todo el cadáver cuando vio en las noticias que comenzaban a buscarla.

Así pues, el TSXG evidencia que El Chicle mintió en prácticamente toda la secuencia que describió. Ni mató accidentalmente a Diana en A Pobra al ser descubierto robando carburante, ni estuvo 5 minutos en la nave para deshacerse del cadáver sino "al menos una hora", tal y como indica el GPS de su móvil, y la agredió sexualmente, una afirmación cimentada en "la decisión del procesado de transportarla con vida a la nave" y en la "desnudez del cadáver".

Al mismo tiempo, el alto tribunal gallego da un tirón de orejas a la abogada Fernanda Álvarez al recordarle que en España existe "libertad de prensa" y desestima sus quejas sobre un presunto juicio "de patíbulo mediático". También respalda la labor policial y descarta irregularidades en a investigación. Por último, brinda una acérrima defensa tanto al juez Pantín y a su sentencia como al jurado popular y su veredicto.

LA LIBERTAD, MUY LEJOS PARA EL CHICLE. Así las cosas, las pocas opciones que tenía El Chicle para burlar la máxima condena que contempla el Código Penal español se esfuman. A la abogada de Abuín todavía le quedan tres puertas a las que llamar: al Tribunal Supremo, al Constitucional y a Estrasburgo. Pero la jurisprudencia indica que cuando un tribunal autonómico desestima un recurso, las instancias superiores también hacen lo propio.

Con 44 años, El Chicle no podrá salir de la cárcel salvo que en algún momento los psicólogos penitenciarios determinen que está apto para vivir en sociedad, aunque eso no podrían decidirlo hasta transcurridos al menos 25 años, que se suman al lustro de cárcel que cumple ya Abuín por el intento de rapto de Tania en Boiro –que desencadenó en su detención por el caso Quer–. Para entonces, el rianxeiro sería un septuagenario de 74 años.

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