El encanto del camino de Santiago

Señalización Camino de Santiago

Sin duda, el Camino de Santiago viene siendo uno de los estandartes que han situado a Galicia en el mapa, para ciudadanos de todo el mundo. Ya sea por convicciones religiosas, por crecimiento personal, o simplemente, para disfrutar del Camino con amigos, es una experiencia que merece la pena vivir.

Durante siglos han sido millones los peregrinos que se han querido desplazar hasta la Catedral de Santiago para honrar al Apóstol. La lista oficial de rutas para llegar a la ciudad gallega comprende: el Camino Francés, Vía de la Plata, Camino del Norte, Camino Primitivo, Camino Catalán... Será difícil que escojas una, ya que todas ellas son únicas.

Una buena manera de comenzar a conocer el Camino, es escoger la ruta más corta y sencilla. Se trata de la ruta que va desde Sarriá hasta Santiago de Compostela en un tramo de 111 km, que fácilmente se hacen en unos 5 días. Si deseas obtener la Compostelana, que es la acreditación que obtendrás tras hacer el Camino, esta será la ruta mínima para los peregrinos que la hagan a pie.

Para aquellos que prefieran hacer el Camino en bicicleta, el tramo mínimo que han de recorrer, ascenderá a 200 km. Puedes emprender esta maravillosa aventura en cualquier época del año, pero teniendo en cuenta la climatología de Galicia, lo ideal es que lo hagas durante los meses de primavera u otoño. Lo importante es que vayas sellando tu Credencial a lo largo del Camino, en los puntos señalados de la Ruta Xacobea.

Una buena preparación física será fundamental para disfrutar de un Camino, que en algunos tramos, puede llegar a ser un poco escarpado. Cabe resaltar que se trata de un camino vivo, por lo que a la ruta histórica, se van añadiendo nuevas rutas constantemente. Durante más de 1.000 años, el camino ha permanecido intacto, sin sufrir los estragos de la evolución demográfica, de ahí su gran encanto.

Pero no todo va a ser caminar. Galicia es una de las regiones más ricas en cuanto a gastronomía, y otra buena manera de disfrutar el Camino, es hacerlo con el paladar. Al igual que sucede con las casas de apuestas, donde cada día proliferan nuevos operadores, con la oferta hostelera sucede lo mismo. Cada vez son más los rincones gastronómicos que nacen a lo largo del Camino de Santiago. En cada uno de sus enclaves, disfrutarás de platos típicos, especialmente preparados para el deleite de los peregrinos y oriundos de la zona. El pulpo á feira, el lacón con grelos, un buen plato de marisco y la tan afamada tarta de Santiago, son manjares que no puedes dejar de probar.

La calidez y la cercanía de la gente, te harán sentir como si fueras uno más de los habitantes de cada pueblo en el que pares a reponer fuerzas. Pero si hay algo que sobresale por encima de todo, es la riqueza de patrimonio con la que te irás topando a lo largo de tu andanza. Puentes seculares, iglesias románicas y paisajes que se quedarán para siempre en tu retina. Y es que, desde 1993, las Rutas Xacobeas han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que a lo largo de su recorrido, convergen el arte barroco, con el románico y el renacentista.

Para muchos peregrinos, el Camino de Santiago es también un camino hacia el interior de cada uno, y es ahí donde reside su mayor encanto.