La Federación Española de Fútbol y su paciencia con el seleccionador nacional

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Ya han pasado varios meses desde que el seleccionador español Luis Enrique Martínez tuvo que abandonar la concentración poco antes de que su equipo tuviera que enfrentarse a Malta. Lo hizo a prisa y corriendo, con total discreción y sin detenerse a dar ningún tipo de explicación a la prensa, lo cual no fue ninguna sorpresa, ya que desde su anterior etapa al frente del Barcelona, al técnico se le conoce por su poco feeling con los medios de comunicación, especialmente con los deportivos.

Fue la RFEF la que, por medio de un comunicado, la que aclaró los hechos explicando que el seleccionador había tenido que abandonar la concentración por motivos familiares de fuerza mayor. A partir de ahí, mutismo absoluto y secreto de estado, aumentando las cuotas por victoria en casas de apuestas deportivas al parecer que perdiera peso la selección con su falta.

Un problema familiar grave, complejo y que requeriría tiempo

Aunque durante muchos meses no se ha sabido nada del técnico asturiano, lo único que trascendió a la prensa aquella noche después del triunfo de "La Roja" ante Malta, fue que Luis Enrique había sufrido un problema familiar grave y había tenido que marcharse de inmediato.

Pero justo al terminar el partido, algunos de los propios protagonistas del duelo como el goleador de la noche Álvaro Morata, hicieron temer lo peor por el tono de sus declaraciones, algo más serio y trascendental de lo normal si se estuviese tratando de un problema menor. El segundo de a bordo, Robert Moreno, también se sumó al tono triste y casi trágico del delantero, al declarar textualmente que "Es el día más difícil como profesional. Es una pena, ojalá salga todo bien", en referencia clara a la gravedad del problema que estaba afectando al primer entrenador.

Los aficionados menos observadores nunca habían sido conscientes de la importancia del asunto, por lo que con el paso de las semanas y los meses, algunos empezaban a criticar con dureza al míster español. Pero hace poco ya ha trascendido que el problema concreto que mantiene a Luis Enrique fuera de los banquillos, es que están pasando por uno de los peores episodios que pueden atravesar unos padres, y es la grave enfermedad de una de sus hijas, que evidentemente requiere toda su atención y todo su apoyo.

Reunión en casa de Luis Enrique para decidir el futuro de la selección

El pasado 18 de mayo, el presidente de la RFEF Luis Rubiales y el director deportivo J. Francisco Molina, se reunieron en el domicilio del seleccionador nacional en Gavà. Allí, a parte de dar ánimos a un Luis Enrique muy afectado por la situación y evidentemente sin tiempo ni fuerzas para comandar a los suyos, acordaron esperar a que el parón estival tratase de dar luz al tema, y emplazándose hasta inicios de septiembre, para ver entonces cuál es el alcance que tiene la situación.

Si después de la vacaciones el entrenador asturiano puede hacerse cargo, tanto presidente como director deportivo le recibirán de nuevo con los brazos abiertos. Pero si la triste situación familiar se alarga o no avanza en positivo, y el técnico necesita seguir con su familia, será el momento de buscar alguna alternativa, puesto que la Eurocopa no espera y tendrá que prepararse con todas la piezas en orden para tratar de llegar a ella con garantías.