El sector de la reforma resurge con fuerza durante la pandemia

A pesar de ser una de las actividades más perjudicadas por la crisis económica, el sector de la reforma y la rehabilitación de la vivienda terminó el 2020 con cifras positivas. Aún mejor, han aumentado en un 11% las solicitudes de obra con respecto al 2019, lo que ha llevado a que el negocio maneje 29.300 millones de euros este año.

El sector fue uno de los primeros en verse afectados como consecuencia de la crisis sanitaria, ya que el ejercicio de sus actividades entran en conflicto con las medidas sanitarias estipuladas. Además, las reformas dejaron de ser prioritarias cuando el pánico cambió de forma tan radical los hábitos de consumo, al menos por el momento.

Como consecuencia, sufrió una caída en su actividad del 34%, siendo uno de los golpes más duros en la economía del año pasado. Sin embargo, experimentó un aumento de solicitudes de forma inesperada, cuyo pico más alto fue de 48% durante julio. Una de las razones de este incremento fue la aprobación para continuar con las operaciones, aunque no fue el único motivo.

Este boom inesperado ocasionó una búsqueda exhaustiva de profesionales aptos para las mejoras del hogar, la cual se ha sostenido a lo largo del tiempo. En otras palabras, también significó un aumento de la oferta laboral en medio de una ola de despidos masivos.

Más tiempo en casa

El confinamiento fue el día a día durante el 2020, lo que cambió de forma radical el estilo de vida de la mayor parte de la población mundial. De repente, el hogar dejó de ser nada más el lugar de descanso para convertirse en lo que originalmente debía ser, un refugio.

Por otro lado, los hábitos de consumo cambiaron, tanto el nivel de gasto como los productos adquiridos. Más allá de las compras nerviosas ocurridas durante los primeros meses de la pandemia, nos vimos forzados a adaptarnos en poco tiempo, lo que también tuvo un impacto en la economía familiar.

 

El ahorro obligatorio

El entretenimiento, la vida social y los hobbies son una fuente de gasto bastante grande para la mayoría, pero en muchos casos dejaron de existir como consecuencia de la pandemia. No fue posible seguir con el consumo para las actividades en el exterior, en especial aquellas que implican el contacto con otras personas.

Como consecuencia, entramos en una etapa en la que el ahorro no fue una opción. Ya no se trató solo de ser una decisión prudente debido a la crisis económica, sino que disminuyeron las opciones para consumir nuestro dinero libremente.

 

El cambio de prioridades

Todas las actividades que podíamos hacer en casa fueron trasladadas a ella. El teletrabajo, las clases en línea y las reuniones sociales a través de videollamadas suplantaron a sus versiones fuera de casa. Sin embargo, la mayoría de hogares no estaban pensados para albergar todas estas actividades.

Pronto nos dimos cuenta de que necesitábamos adaptar la vivienda para que fuera un espacio multifuncional y, así, ejercer las actividades cómodamente. Si bien el uso de puertas correderas antes era una opción para ahorrar espacio si vivíamos en un lugar pequeño, ahora es casi una necesidad para dejar sitio para estas nuevas actividades.

¿Cuáles son las reformas que se están haciendo?

El 25% de los proyectos llevados a cabo fueron reformas integrales, lo que los convirtió en una tendencia durante el año pasado. Fue bienvenida la compra de puertas en block y cualquier otro recurso que acelerara y facilitara la obra, siempre que los precios no implicaran un gasto excesivo.

El 9% de las reformas totales fueron más bien una mejora del hogar, formando parte también del porcentaje de las integrales. Trabajos como el cambio de la fontanería, suelos y ventanas, así como también el cambio del sistema eléctrico por uno más eficiente a nivel energético fueron bastante comunes.

La idea general ha sido adaptar los espacios para que sean cómodos de ocupar durante tanto tiempo, a la vez que se ejercen estas nuevas actividades. De esta forma, se han ido creando espacios exclusivos para el teletrabajo o el estudio cuando antes no lo había en una vivienda, aunque no son los únicos cambios.

La calidad de los materiales empleados aumentó mucho al poder tener un presupuesto mayor. Sin embargo, también se trató de un cambio en la estética para adaptar la casa al gusto de los habitantes. En este sentido, las puertas lacadas en blanco ganaron mucha popularidad al ser tan flexibles en prácticamente cualquier tipo de decoración.

Por otra parte, el 24% de las solicitudes se centraron únicamente en las obras de los baños. La compra de muebles de baño que aprovechan el espacio y de tendencia minimalista se disparó, al igual que toda la decoración relativa a este movimiento. Sucedió con las modificaciones exclusivas de las cocinas, que representaron el 13% de las reformas totales.

Comentarios