Opinión

El ciudadano de consumo

Esta fase 1 que parece tocar a su fin deja un detalle tan simbólico como revelador acerca de cómo tiende a funcionar la sociedad contemporánea. En esta etapa inicial de la desescalada todos los grupos de edad tienen restricciones de salida a la calle, aunque con una meridiana excepción a la regla: libertad absoluta si se va a comprar o a tomar algo. Es decir, que es la condición de consumidor la que otorga plenos derechos, la que permite ser como la todopoderosa reina en el tablero de ajedrez. Es una situación alienante, pero quizás podría esgrimirse como arma de doble filo para conquistar un papel mínimamente activo en la vida pública, utilizándolo para canalizar acciones colectivas y desarrollar capacidad de influencia.