‘SPAIN IS DIFFERENT’. Al contrario que en otros países, como Francia —que no dudó en tomar medidas drásticas contra supercampeones del ciclismo por sonados casos de dopaje en el Tour— o Italia —donde la superopoderosa Juve fue enviada a la Serie B junto a Lazio y Fiorentina por el fraude del Calcio—, aquí se sigue mirando hacia otro lado cuando se trata de la corrupción en el fútbol. O cuando se denuncia públicamente. Da igual que el exgerente del Osasuna declare que pagó por el amaño de partidos, o que se produzca la operación Oikos y sean detenidos varios jugadores y exjugadores, o que algunas estrellas del balón sigan evadiendo impuestos de las maneras más inverosímiles, o que existan sospechas sobre los resultados de algunos partidos, o que haya directivos imputados o que incluso trascienda que apuestan hasta los futbolistas... En España imperan la impunidad y la condescendencia. El hedor comienza a ser insoportable y nadie parece tomar cartas en el asunto. Quosque tandem?
El caso Zozulia, un espejismo
Se sancionó al Rayo por insultos a Zozulia, jugador del Albacete, y siguen los improperios de todo tipo en los campos y no pasa nada. ¿Y la coherencia?