Entre los argumentos del modelo coreano destaca la buena nota que consigue en prácticamente todos los apartados. Y es que sin ser el mejor en ninguno de ellos, es un coche muy equilibrado y homogéneo que no presenta ‘pecados’ imperdonables.
La amplitud de la gama, con motores de combustión gasolina o diésel que van desde los 115 a los 177 caballos de potencia, dos versiones 100% eléctricas y una variante híbrido enchufable que llegará en breve, es otra de sus virtudes. Y es que el Hyundai Kona abarca las necesidades de un amplio abanico de potenciales usuarios, al ofrecer también diferentes tipos de transmisiones —manual o automática— y sistemas de tracción delantera o integral a las cuatro ruedas.
Pero independientemente de la versión que se conduzca, lo cierto es que el Kona sobresale por disponer de uno de los mejores chasis de la categoría, lo que le confiere un comportamiento ágil en carretera y un alto nivel de seguridad activa.
1.0 T-GDi. Otro aspecto destacable de la gama Kona es que no hace falta irse a las versiones más potentes y mejor acabadas para apreciar las cualidades de esta familia de modelos. De hecho, una de las versiones más recomendables es la protagonista de esta prueba, la 1.0 T-GDi, que ofrece una potencia de 120 caballos de potencia.
Este motor tricilíndrico de gasolina se posiciona como uno de los mejores de este tipo que hay en el mercado, ya que destaca por un par más que generoso y un rendimiento muy progresivo. Todo ello, acompañado por una caja de cambios manual, de suave y preciso manejo y con unas relaciones muy bien escalonadas.
Con unas medidas exteriores muy compactas —4,16 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,55 de altura— el diseño del Hyundai Kona no pasa desapercibido. La parte frontal destaca por su parrilla de generosas dimensiones y la ubicación de las luces de día y los grupos ópticos, lo que lo dotan de una imagen muy personal.
La utilización de plásticos negros en algunas partes de la carrocería, no hace sino realzar la figura de todo el conjunto. Si la finalidad del diseño es que el Kona no deje a nadie indiferente a su paso, la realidad es que el objetivo está conseguido.
INTERIOR. El diseño interior quizás resulte un poco más clásico, aunque a nivel de calidad percibida y equipamiento, el Kona brilla, incluso en sus versiones más básicas, a un buen nivel.
El puesto de conducción ofrece una cómoda postura de conducción, con un volante de generosas dimensiones y buen tacto de dirección.
Por su parte, el cuadro de instrumentos presenta un diseño clásico, con dos indicadores analógicos de generoso tamaño y clara lectura. Entre los dos, un display digital ofrece información sobre diferentes aspectos del vehículo, como consumo, tiempo de viaje, velocidad, multimedia, etcétera.
En la parte central del salpicadero también destaca la pantalla táctil de ocho pulgadas y con ofrece un manejo fácil e intuitivo.
La funcionalidad del diseño interior está marcado por la presencia de numerosos huecos portaobjetos, como el que existe bajo los mandos del sistema de climatización o el del apoyabrazos central. Todo ello, para hacer que la vida a bordo resulte un poco más cómoda.
Entre los aspectos más criticables del interior está el hecho de que, a diferencia de algunos de sus rivales más directos, esta versión no disponga de freno de freno electrónico, por lo que recurre a la típica palanca.
Un diseño con personalidad
La estética frontal del Hyundai Kona es una de sus partes más llamativas. La enorme parrilla delantera le proporciona una imagen más dinámica, mientras que la disposición de los grupos ópticos le confieren un aspecto muy original.
Interior más clásico
Sin dejar de ser atractivo, el interior presenta una imagen más clásica, que no está exenta de modernidad. La calidad percibida de los materiales utilizados brilla a un buen nivel y los asientos resultan cómodos para viajar.
Aerodinámico y original
La parte de la zaga también goza de un diseño muy personal. La ligera caída del techo, rematado por un alerón, le da una imagen más aerodinámica. Por su parte, los plásticos negros que protegen los paso de ruedas y los grupos ópticos inferiores, no hacen sino realzar la silueta de todo el conjunto.
Un modelo muy equilibrado
La versión 1.0 T-GDi se muestra muy equilibrada en todos los apartados. El motor es progresiva y muestra un buen rendimiento general, aunque el sonido del motor se deja sentir en el habitáculo con mayor claridad que en otros modelos de la marca. La gama se articula en torno a los acabados Essence, Klass, Tecno y Style. La versión probada es el segundo de ellos.
Combustible: Gasolina
Cilindrada: 998 cc
Número de cilindros: 3 en línea
Potencia: 120 CV
Par máximo: 172 Nm
Velocidad máxima: 181 Km/h
Tracción: Delantera
Cambio: ManuaL, 6 vel.
Consumo Medio: 5,5 litros
Emisiones CO2: 124 gr/km.
Desde 13.900 euros
CONCESIONARIO EN LUGO
