Opinión

Nuestro deber

COMO ES notorio, El Progreso modificó desde hace unos días su estructura para adaptarse a la nueva situación que estamos viviendo, con amplia información centrada en la alarma desatada por el coronavirus. Con ello, este periódico centenario no tiene otra pretensión que responder a la creciente demanda de nuestros lectores, que exigen noticias veraces y contrastadas, alejadas de los bulos y las ‘fake news’ que con tanta frecuencia circulan por las redes sociales y lo contaminan todo. Nuestro objetivo es mantenerlos puntualmente informados, tanto a través de la edición digital como de la impresa. Por ello hemos concentrado nuestros principales recursos humanos y materiales en esos contenidos, que consideramos prioritarios. En el diario de Lugo entendemos que así podemos prestar un mejor servicio a toda la sociedad. Ese es nuestro reto y nuestro deber.

Una situación transitoria
Los cambios no solo afectan a la redacción, sino a la integración de contenidos de A Mariña, Ribeira Sacra y A Chaira en la edición general. También sufrirán modificaciones otros suplementos y habrá más pasatiempos. Cuando remita la crisis, El Progreso volverá a su estructura habitual.

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