Las residencias de mayores de Galicia han reanudado este lunes el régimen de visitas, una de las novedades que depara el paso a la fase dos de la desescalada, aunque con restricciones y bajo el criterio de las áreas sanitarias, y, en última instancia, de las direcciones de estos centros.
Fuentes de la Consellería de Política Social consultadas por Efe trasladan que son los propios centros los que están coordinando las visitas y estableciendo, dentro de sus posibilidades, los horarios y condiciones de las mismas.
Eso, en el caso de que cumplan con el protocolo de reactivación elaborado por las autoridades sanitarias, como acumular 15 días sin contabilizar un solo positivo por Covid-19 y estar situadas en municipios con un bajo índice de contagios.
Según el protocolo establecido para el régimen de visitas solo podrá acudir una persona de cada vez, pero no tiene por qué ser siempre la misma.
Los centros elaborarán una lista de personas de referencia para cada residente que deben estar exentas de síntomas de Covid-19 -se les realizará una encuesta- y organizará los turnos de visita siempre con cita previa, detallan las fuentes de Política Social.
Por norma general, las visitas se realizarán en espacios abiertos o en una sala interior habilitada para tal fin. Solo se permitirán visitas en la habitación en el caso de personas residentes encamadas.
En la medida de lo posible, añaden desde el departamento que encabeza Fabiola García, se establecerán circuitos de entrada y salida diferenciados al centro residencial.
En cada residencia se analizará la disponibilidad de espacios y capacidad para establecer un número máximo de visitantes de forma simultánea.
En Galicia hay 223 residencias de mayores y unos 20.000 usuarios. En estos momentos solo en 21 se contabiliza al menos un contagio.
La Xunta mantiene intervenidas las de Nuestra Señora de Fátima (O Barco), que ya no contabiliza positivos, y las gestionadas por DomusVi en Barreiro (Vigo) y Cangas, con dos contagios en cada caso. Y así seguirán, bajo la tutela de la administración gallega, "hasta que lo determine la situación sanitaria", recalcan desde Política Social, sin que exista una fecha prefijada.
Tal y como avanzó el pasado viernes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, una vez se supere la alerta sanitaria habrá que evaluar los costes adicionales que supusieron estas intervenciones y ver cómo se liquidan.
Insisten las fuentes consultadas por Efe en que estos costes no son responsabilidad de la Xunta sino que "eran obligatorios por parte de las residencias privadas de ejecutarlos y financiarlos".
¿Habrá consecuencias a nivel administrativo? ¿Podría dar lugar a la extinción de conciertos? "Habrá que evaluar la situación de cada centro y analizarla con prudencia antes de tomar ninguna decisión, que de todos modos debería ajustarse a la normativa vigente", esgrimen desde Política Social.
