Los trabajadores de PSA en Vigo, expectantes ante la negociación de la fusión con Fiat

Los sindicatos creen que la operación, que daría lugar al cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, puede tener consecuencias positivas para el grupo pero temen el efecto sobre el empleo
Centro de PSA, en Vigo.AEP
photo_camera Centro de PSA, en Vigo.AEP

Los trabajadores del grupo PSA en Vigo se mantienen expectantes ante la evolución que puedan tomar las conversaciones de la directiva del grupo francés con Chrysler Fiat para una fusión que consideran positiva para el grupo pero que los sindicatos —que ya vivieron la adquisición de Opel por parte de PSA en 2017— temen por el empleo. Así las cosas, las centrales piden "cautela", pero muestran su temor a que la operación suponga el cierre de alguna fábrica. 

"Tenemos la confirmación de las negociaciones y, como el próximo 15 de noviembre tenemos una reunión del comité europeo del Grupo PSA, hemos solicitado que allí nos den más detalles", explicó a Efe Santiago García Cameselle, secretario general de CC.OO. en la planta viguesa de PSA.

De momento, y ante la posibilidad de que la fusión se concrete, García Cameselle señala varios aspectos positivos para el grupo, como su posible entrada en el mercado estadounidense, aspiración más fácil de concretar de la mano de Fiat.

De la misma opinión es Víctor Mariño, representante de la CUT, que habla de sinergias en la compra de materias primas, en los contratos con proveedores para abaratar costes o en la unión de diferentes centros de investigación y desarrollo que multiplicarían la fortaleza de un grupo que se convertiría, por ventas, en el cuarto del mundo, justo por delante de General Motors. 

A partir de ahí, los temores se centran en el empleo. "Antes nosotros competíamos con Madrid y las fábricas francesas; ahora competimos para la adquisición de modelos en Vigo con Figueruelas (Zaragoza), y hay que ser más baratos, y más eficientes, y siempre nos comparan con Figueruelas y a Figueruelas con nosotros", asegura García Cameselle.

El delegado de CC.OO. teme que esa competencia se pueda volver extrema con la incorporación de las fábricas que Fiat tiene en Turquía, República Checa, Serbia o India.

Los sindicatos, que aseguran que "algo se olían" pero que no se lo terminaban de creer, vivieron este miércoles una jornada en la que por la factoría corrieron los rumores de la noticia desvelada por The Wall Street Journal, que habla de la posible fusión de los dos gigantes. El resultado sería uno de los mayores fabricantes automovilísticos del mundo, valorado en unos 50.000 millones de dólares.

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