Opinión

Como sol de mayo

EL REGRESO a la normalidad está en intentar beberse el vermú antes de que el hielo se funda a 30 grados. O en volver a mirar las previsiones del tiempo, a ver si Lorenzo se queda el fin de semana con mayo, que le está siendo infiel al agua del refranero. Y aunque neguemos ser cotillas, también oteamos a un lado y al otro de la calle, no vaya a asomar algún conocido que no se haya enterado de que estamos de vuelta. Ya saben, ver y dejarse ver. Son cosas tan pequeñas que caben todas en una mesa y dos sillas, pero tan necesarias como este calor para desentumecernos tras el confinamento. Por eso las terrazas son las reinas, salvo que Lorenzo decida irse con mayo. Aunque sabemos que volvería para otro vermú.