Opinión

La nada no existe

EL COSMÓLOGO Andrew Pontzen decía que "la mejor respuesta a lo que se quiere decir con ‘nada’, es decir ‘no’ porque siempre hay algo". Si la nada es lo que queda cuando uno quita todo, la nada es imposible, pues eso que queda es algo.

Tales de Mileto creía que el universo no podía haber venido de la nada. Incluso, decía que "hasta pensar en nada, la torna en algo".

Anaximandro, que defendía que la materia era inmutable, decía que "la naturaleza es eterna y no envejece".

En cambio, Heráclito, que sostuvo la mutabilidad de la materia, afirmaba que "nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña". Según este autor, "todo cambia; nada es". No hay más realidad que el cambio. Las cosas no han sido ni son; están siempre siendo.

Igual que con la ‘nada’, ocurre con el ‘vacío’, al que se refería Aristóteles diciendo que "la naturaleza aborrece el vacío".

Lo anterior obedece a que la realidad lo abarca todo, desde la realidad física, empírica o experimental hasta la reflexiva, intelectual o mental. La observación  y los sentidos, junto con la reflexión y el pensamiento, nos confirman que la negación sólo existe por la afirmación de su contrario. De ahí, que por algunos autores se sostenga que sólo existe lo positivo y que lo negativo sólo lo es por su oposición o privación de lo positivo. Según esta tesis, la oscuridad sería la ausencia o falta de luz; el silencio, la ausencia o falta de ruido; la enfermedad, la ausencia o falta de salud y el mal, la ausencia o falta del bien.

En ese sentido, el mal, para San agustín, igual que para Plotino, "no es una cosa sino la ausencia de otra cosa, que es el bien".

Ese argumento sirve también para combatir el ‘maniqueísmo’ o creencia de que tanto lo positivo como lo negativo son dos entes independientes con sustantividad propia; cuando, en realidad, no son dos entes independientes, sino que el segundo tiene una existencia subordinada al primero, al que se opone.

Efectivamente, lo positivo tiene existencia propia; lo negativo sólo lo tiene por su oposición al primero. de tal manera, que siguiendo el ejemplo anterior, la luz tiene vida propia pero la oscuridad sólo se entiende por referencia a la existencia de la luz. E igual ocurre en los demás casos, como el silencio, la salud y otros semejantes.

Según lo anterior, lo que es, existe y lo que no es, también existe pero éste por oposición o negación de su contrario.

La ley física de que la materia no se crea ni se destruye; sólo se transforma, vino a completarla la llamada ley de la entropía que dice que la materia se degrada y esto, incluso, ha quedado superado por el avance técnico, en todos los ámbitos de la vida, del ‘reciclaje’, es decir, la vuelta de las cosas al ciclo de la vida.

En conclusión, podríamos decir que si nada se crea de la nada, tiene razón Voltaire al decir que "si Dios no existiera, habría que inventarlo; pero toda la naturaleza nos grita que existe".

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