Opinión

Mensaje en las pensiones

La necesidad agudiza el ingenio y resuelve problemas para los que podría parecer que no existía solución. El Gobierno y el propio presidente, Mariano Rajoy, repitieron el mensaje de que no se podían actualizar las pensiones con el índice de precios al consumo (IPC). Pues resulta que sí, era posible. La posición del PNV para apoyar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) supone que sean los precios el referente para la subida. Cuestiones básicas de la reforma del Gobierno de 2013 tocan a su fin. Montoro cantó desde la tribuna del Congreso las bondades sociales de los PGE —subida de las pensiones como muestra— para afear a los socialistas la falta de apoyo. Anuncia un impuesto especial para las grandes tecnológicas que huyen de la fiscalidad. Cambia el destinatario, pero la idea  se parece a la de Pedro Sánchez con la banca. Además de que hay reformas pendientes, y sin fecha en la agenda política, para reducir y controlar el gasto público antes de aplicar recortes o ajustes a las pensiones y a otras prestaciones sociales, este mensaje de pacto con el PNV afecta a la lógica de sentido común, y por tanto a la credibilidad, con la que se justificaron ciertas políticas de austeridad y de reformas con ajustes sociales. 

Reacción y debate

La reacción social y política que ha provocado la sentencia sobre la Manada lleva al Gobierno a anunciar que estudiará la tipificación de los delitos sexuales. A la reacción en la ciudadanía, debería seguir un debate amplio, sosegado, que permita ponunciarse y escuchar a juristas, psicólogos y otros especialistas, para ir a los cambios que puedan ser necesarios. El malestar en la sociedad ante el veredicto no debería llevar a legislar en caliente. Es aplicable a este caso como lo era a la prisión permanente.

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