Opinión

Un clima que se endurece

EL ANUNCIADO desplante al Rey de la alcaldesa de Barcelona y de los representantes de la Generalitat este domingo en la recepción del Mobile Word Congress o la salida de la cúpula del poder judicial en Cataluña durante un discurso del presidente del Parlament en el Colegio de Abogados de Barcelona muestran que el problema de Cataluña no está encauzado.

La salida a la calle en varias ciudades españolas de miles de jubilados expresa el lado no afrontado todavía de los daños causados por la gran depresión, después de haber despedido oficialmente la crisis y mientras se exhibe la bandera del mayor crecimiento entre las primeras economías.

El secuestro de un libro y la censura de un cuadro político en Arco es munición para quienes desde el exterior cuestionan la salud de las libertades en España. El expresidente popular en Valencia Francisco Camps abre una nueva página judicial con las contrataciones realizadas con ocasión de la visita del Papa. Son todas escenas diferentes de esta semana, que muestran el clima frío que se adueña de la situación cuando el horizonte electoral del próximo año se aproxima.

En ese horizonte de las elecciones locales hay que colocar las gestiones, que incluyen encuentros en Madrid, para la construcción de una estación de ferrocarril y autobuses en Lugo. Las mejoras del tren en Lugo y a Lugo, bajo el largo y difuso paraguas de Ave, pudieran ser las armas principales de la gran contienda electoral que se avecina en la capital y en la provincia de Lugo. Como lo fueron en las anteriores elecciones los servicios sanitarios, con la hemodinámica como primera cuestión.

La hemodinámica queda en vía de desactivación total con la ampliación del horario hasta las diez de la noche y las neutralizaciones políticas. Para tirar de la salud como asunto sensible queda todavía lo que es solo cuestión de organización-administración, la creación de un área sanitaria única.

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