UN PROFESOR reparte las notas del curso y los peores alumnos -los más díscolos, los que hacen imposibles las clases con sus actitudes, los menos cumplidores- son premiados con puntos extra, mientras los que han respetado las normas y se han aplicado en los estudios reciben una nota escasa. Ese profesor tendría que dejar su cargo o ser puesto de patitas en la calle inmediatamente. Mutatis mutandis, algo parecido es lo que ha hecho este Gobierno con el dinero de todos, con los presupuestos. Más dinero para Cataluña, que ya sabemos como se ha portado y porta. Y para la cumplidora
Galicia, bastante menos. Hay que pagar —suma y sigue— a los que se debe ser Gobierno.
