Opinión

Tango

LA RECIENTE muerte del director italiano Bernardo Bertolucci hará que muchos recuerden su película 'El último tango en París’, de 1972. La película en sí, pese a la contraria opinión de ilustres críticos, valía bien poco, pero en la España de aquellos años fue un escándalo a causa de una celebérrima escena sexual. Habría que hablar por extenso de lo que artísticamente da de sí el sexo en cine y literatura, más bien poco. En cambio, sí eran buenas películas ‘Novecento’ o ‘El conformista’, que como plus contaban con la belleza de Dominique Sanda. La oscarizada ‘El último emperador’ o ‘El cielo protector’, ni fu ni fa. En general, Bertolucci pecaba de pretenciosidad.

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