Opinión

Empleos y salarios

Hay que recordar que el empleo digno no beneficia solo a los trabajadores, también favorece a las empresas porque estimula el consumo

SI EL PARO es el principal problema y preocupación de los españoles, como indican los sondeos del CIS, los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre deberían generar, al menos, una satisfacción moderada.

Sin entrar en análisis exhaustivo, es evidente el crecimiento récord de empleo y de afiliación a la seguridad social. El número de ocupados aumentó en casi 470.000 personas y los hogares con todos sus miembros en paro descendieron en 16.200. En Galicia se crearon 25.700 empleos y también se redujo en un 12 por cien el número de familias con todos los integrantes parados. Eso quiere decir que hay más gente trabajando y más familias que cobran a fin de mes para hacer frente a necesidades básicas.

Pero estos buenos datos no pueden ocultar la letra pequeña de los 3,5 millones de parados que aún quedan –jóvenes que no encuentran el primer empleo, mayores de 50 años, muchos parados de larga duración–, y la precariedad temporal, con contratos de días y hasta horas, y la precariedad salarial. En definitiva, empleos de mala calidad.

La primera consecuencia es el riesgo de pobreza de una parte considerable de la población que refleja la Encuesta de Condiciones de Vida que publicó a finales de mayo el mismo Instituto Nacional de Estadística que gestiona la EPA. Es el caso de algo más de uno de cada cinco españoles –el 21,6 por cien– cuyos ingresos son inferiores a 8.522 euros y de muchas hogares –en Galicia, la mitad– que llegan con dificultad a fin de mes.

Por eso, el acuerdo de subida salarial que patronal y sindicatos firmaron a finales de junio instaba a establecer un salario mínimo de convenio de 14.000 euros anuales para que los trabajadores lleguen a los 1.000 euros al mes de forma gradual durante la vigencia del pacto.

Por tanto, los datos de la EPA son muy positivos, pero los beneficios de la recuperación económica llegan de forma desigual a los empleos. España tiene hoy más desigualdad, más pobreza y trabajadores peor pagados que en 2008.

El Gobierno acaba de presentar el Plan Director por un Trabajo Digno que busca frenar el abuso y fraude en la contratación temporal y a tiempo parcial, combatir la economía sumergida y promover la igualdad. Ya era hora, a ver si no queda en un brindis al sol.

Hay que recordar que el empleo digno no beneficia solo a los trabajadores, también favorece a las empresas porque estimula el consumo que mantiene activos sus procesos productivos.

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