Opinión

Venezuela y Galicia

Impresiona constatar que desde hace unos años todas las desgracias políticas cayeron sobre los venezolanos

ESTOS DÍAS los gallegos miramos a Venezuela, el país que acogió a miles de compatriotas que huían de la miseria y encontraron en aquella tierra trabajo, sustento y un horizonte de futuro.

Impresiona constatar que desde hace unos años todas las desgracias políticas cayeron sobre los venezolanos y sobrecoge su capacidad para sobrellevarlas con una mezcla de resignación cristiana y resistencia estoica. El llamado Socialismo del siglo XXI fue como un tsunami que destruyó el país: acabó con la democracia y las libertades, arruinó la economía y engendró inseguridad sin límites.

Venezuela es hoy un estado fallido. Las prácticas democráticas y económicas que caracterizan a un Estado de Derecho fueron suplantadas por la represión y eliminación de toda disidencia, el desabastecimiento generalizado de productos, la anarquía, la violencia y el caos. Millones de venezolanos emigraron y los que quedaron conviven con la escasez, la pobreza y el hambre.

El responsable de esta tiranía tan represora y cruel es el dictador Nicolás Maduro que se proclamó jefe de Estado tras un proceso electoral ilegítimo, aunque en su ignorancia no sabe que él solo es el "tonto útil" de un narco Estado que lo mantiene en el poder para defender intereses económicos descomunales.

Así las cosas, ¿tiene "sentido democrático" que el Gobierno de España pida o exija a este dictador que convoque elecciones? El presidente Sánchez sabe que los tiranos nunca convocan elecciones libres ni se convierten a la democracia en una semana. Estar con la democracia en Venezuela exige apoyar a Juan Guaidó que encarna la esperanza legítima para reconstruir las instituciones democráticas y devolver las libertades a un país devastado por el chavismo.

Tampoco se entiende que las representantes del BNG y AGE votaran contra su reconocimiento en el Parlamento Europeo. De verdad, ¿creen estas políticas y los partidos que les imponen el voto que los emigrantes gallegos que están sufriendo en Venezuela, los retornados que llegaron sin nada –ni siquiera cobran la pensión– y todos los ciudadanos de Galicia solidarios con ellos entienden y aprueban su voto?

Las diputadas Miranda y Senra deberían leer la Declaración de Independencia de Estados Unidos y el artículo 35 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa que reconocen "el supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión". En este caso para rescatar a los venezolanos de un tirano infame.

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