CUANDO LOS ciudadanos de a pie criticamos la función de la Justicia, nuestras observaciones o reproches pueden estar condicionados por el desconocimiento, pero si proceden de un profesional de la magistratura, las objeciones nunca serán por ignorancia. Es el caso del magistrado José Antonio Vázquez Taín, enriquecido además por una bien conocida proyección mediática, para quien "el sentido común, la simplicidad y la claridad es lo que menos se usa en la Justicia". Y ya se sabe lo que ocurre cuando falta el sentido común, que tanto se echa en falta en las actuaciones y decisiones no solo de jueces, sino también de los políticos. Asegura también Taín que "el concepto de Justicia es más doctrinal que real, puesto que nos concebimos más como poder que como servicio. Como servicio somos una burocracia y prueba de ello es que no estamos ni informatizados". Otra de sus percepciones, muy compartida, es que a veces parece que en la Justicia se defiende antes al delincuente que al perjudicado. "Generalmente, cada vez que viene al juzgado entra con pánico y percibimos que se siente maltratado. El problema se reproduce y se acaba con la convicción de que al culpable de los hechos no le hicieron nada". Eso.
