Opinión

Sentido común

Suele apelarse al sentido común al implorar cordura y sensatez, pero lo cierto es que carece de buen uso. Descartes lo calificó como la cualidad mejor repartida del mundo, al no haber persona que no dispusiera de ese regalo juicioso. Vino a enmendarle Voltaire cuando dijo que es el menos común de los sentidos. Nos ahorra tonterías, precisan otros autores. Por ejemplo, donde más se echa en falta, sobre todo ahora en un momento tan convulso, es en el obrar de los políticos, y en mayor medida los que gobiernan, empeñados en despreciar el raciocinio, desviándose de la lógica en provecho propio. Pero hay otros estamentos en las que también se echa de menos tal sensibilidad, caso de la Justicia, como complemento o accesorio razonado de quienes ejercen la judicatura. Por eso tiene especial relevancia lo recalcado en este periódico por el presidente de la Audiencia Provincial, José Antonio Varela Agrelo, jurista muy curtido, de reconocido prestigio y larga trayectoria, que nos retrotrae a sus inicios como secretario del órgano que ahora preside, y a su ejercicio como juez y magistrado. Varela Agrelo rompe una lanza por aplicar el sentido común en las decisiones judiciales, sin desviarse de la que establece la jurisprudencia, pero a través del entendimiento y de la racionalidad. Menos mal.

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