Opinión

El origen del camaleón

Hace unas semanas que, durante un anuncio publicitario, Cher (1946, California) anunció su inmortalidad. Mejor dicho, su posible eternidad. Ironizaba sobre una de las bromas pop más recurrentes, una pregunta que se cansa de responder. Pero ella, que en mayo cumple 75 años, ha vivido más vidas de las que un humano puede experimentar.
Sonny y Cher. EP
photo_camera Sonny y Cher. EP

ES DE EXTREMA DIFICULTAD intentar definir o condensar la carrera artística de Cher en oficios, porque ella hizo lo posible para que nadie pudiese etiquetarla. Es excelsa en todos sus intentos. A finales de los 80, durante una entrevista en televisión, reconoció tener problemas para vivir siendo ella misma. "Mi madre me dijo en cierto momento: 'Cariño, cásate con un hombre rico y sienta la cabeza'. La miré incrédula y sentencié: 'Mamá, yo soy el hombre rico'". Aquello, pese a lo anecdótico, fue la respuesta más pura para saber quién es Cher.

Nacida en un lugar llamado El Centro en California, Cherilyn Sarkisian fue el fruto de una pareja que jamás debió haberse juntado. Jackie, la madre –que aún vive– se casó a los 18 años con Paul, un camionero armenio con graves problemas, y adicciones a la heroína y el juego. Aquel era un hogar muy inestable, pero no tanto como el de que procedía Jackie, a quien su padre intentó matar.

Paul perdía gran parte de su sueldo, incluso sus camiones, mientras su mujer fantaseaba con una vida diferente, más artística. En idas y venidas y varias nupcias, Jackie se quedó embarazada de Cherilyn, que lleva el nombre de la hija homicida de Lana Turner. Tras dar a luz, la madre cambió de nombre a Georgia Holt y abandonó el hogar para probar suerte en Hollywood.

Se postuló para conseguir un papel secundario en la película Jungla de asfalto de John Huston, que buscaba a alguien anónimo. En el último momento, otra desconocida le robó el papel. Se llamaba Marilyn Monroe. Georgia, de nuevo Jackie, volvió a casa y jamás tocó el estrellato. A su regreso encontró a un marido destruido, una hija distante y lo más similar a una catástrofe familiar.

Carecía de figura paterna y lo más parecido eran los 'padrinos' que su madre le presentaba cada cierto tiempo

Cher se había criado con otras personas, vecinos que se hicieron cargo de ella dándole cobijo y alimento. Carecía de figura paterna y lo más parecido eran los padrinos que su madre le presentaba cada cierto tiempo. Se había ganado fama de ser dura, amargada y muy seria. Era como un galgo: delgada, alargada y con un rostro afilado, en especial su nariz. Pero todos recuerdan de aquella adolescente un cabello azabache y una actitud que hacía prever su futura fama.

Al igual que su madre, Cher se enamoró del mundo del espectáculo. Soñaba con salir en West Side Story y tener romances como lo hacía Audrey Hepburn. Triunfaba en lo social, sobrevivía en lo personal y fracasaba en lo escolar. Entonces no se diagnosticaba, pero Cher sufría –y sufre– una dislexia severa que le impide estudiar de un modo normativo. Esto le impidió graduarse y aficionarse al amor, la fiesta y el sexo prematuro.

Con 14 años mantuvo sus primeras relaciones con otro estudiante un poco más mayor, de aquello guarda un solo recuerdo: "¿Ya está? ¿Esto es todo?". En aquella época probó las drogas, las que existían, y bebía con frecuencia. Pero viendo el deterioro en su padre, decidió no engancharse y marcharse de casa con 16 años. Se mudó a Los Ángeles junto a un romance poco recomendable cargado de promesas de éxito al Este del Edén.

Aquel novio, Earl Struck, era un representante amateur que solo consiguió llevar a Cher a bailar en clubs de striptease. Así conoció el mundo del espectáculo, desde las promesas rotas y lo más bajo. Por aquel entonces también mantuvo un romance con Warren Beatty, icono sexual de los 60, el cual confesó a la revista Playboy acompañado con un "menuda decepción".

Fue justo entonces, cuando su relación parecía romperse, que Sonny identificó lo que sentía por ella: amor

La auténtica revolución en la vida de Cher llegó en 1962, aunque fue lenta. Por aquel entonces salía con Red Turner –un don nadie, que tenía un amigo llamado Sonny Bono– y vivía con Melissa Melcher en un piso. Bono pidió a Turner una cita doble para que Cher llevase a Mercher y así intimar con ella, el problema es que a Melissa le gustaban las mujeres. Pero Sonny había hecho, de paso, buenas migas con la novia de su amigo.

Tras varios problemas de convivencia, Cher se vio abocada a buscar un hogar y Bono, de 27 años, le propuso mudarse a su casa. "Será genial porque no me gustas nada", le dijo para animarla. El contrato que mantenían, por el cual ella se buscaba la fama y él pagaba facturas, versaba tal que: "Tú cuida de la casa, asegúrate de que haya comida y puedes vivir aquí".

La madre de Cher, al enterarse de la situación en la que vivía su hija, decidió sacarla de esa casa en la que vivía con un hombre 11 años mayor que ella. Fue justo entonces, cuando su relación parecía romperse, que Sonny identificó lo que sentía por ella: amor. Se lo confesaron mutuamente y se forjó una alianza, una pareja que viviría por y para ser estrellas.

Bono había comenzado a trabajar con el mítico productor Phil Spector, era, de hecho, su alumno más aventajado. Poseía el ojo para captar el talento y el oído para moldearlo. Veía eso en Cher, una belleza que rompía totalmente con la tendencia del momento: mujeres bajas, de caderas anchas, de espíritu cándido y rubias. La era de la belleza Hitchcock. Él apostaba por su galgo azabache de personalidad hipnótica.

Entonces llegó 'I Got You Babe', el primer gran éxito a nivel mundial que logró desbancar incluso a los Beatles en su mejor momento

Sin embargo, ellos dos no eran nadie. Empleados de otros, como mucho. Sonny vio la oportunidad para ambos durante la grabación de Be My Baby de las Ronettes, donde Phil Spector estaba involucrado en lo personal, pues la vocalista acabó siendo su esposa. Bono se dedicaba a llevarle cafés al productor y así se enteró de que una de las coristas iba a llegar tarde. Avisó a Cher, que gracias a la urgencia logró entrar en la escena musical.

Gustó a Spector y este le produjo un single llamado Ringo, I Love You, en homenaje a los Beatles. Ella eligió como pseudónimo Bonnie Jo Manson y la canción fue un fracaso absoluto, principalmente porque parecía una canción de amor entre hombres. Desaparecieron avergonzados, pero Sonny no se rindió. Serían un dúo, César y Cleo. Así grabaron varias canciones más, todas ellas de nula repercusión. Pero en 1964, Cher logró un contrato musical.

En esta fase Sonny se coló como productor de su novia e imitando el estilo de Spector consiguió que Cher obtuviese un éxito a nivel local en Los Ángeles. Captaron que en ellos dos había algo especial. Tras esto, ambos se cambiaron de discográfica un par de veces, acumulando cierto éxito. Observan que en la sociedad hay un aire de cambio y sus gustos se modulan hacia el folk y el pop, haciendo versiones más rítmicas de Bob Dylan.

Entonces llegó I Got You Babe, el primer gran éxito a nivel mundial que logró desbancar incluso a los Beatles en su mejor momento. La canción se convirtió en el sello de ambos, perjudicando en cierto modo la carrera solista de Cher, que se construía su propio camino con himnos como Bang Bang (My Baby Shot Me Down). De un día a otro, la pareja se había convertido en un icono popular.

La carrera de Cher se separaba de la de Sonny paulatinamente. A él lo apartaron de lo musical

La idea que superaba a sus canciones y a ellos mismos era la de una pareja enamorada, exótica, moderna y al mismo tiempo perfecta. ¿De dónde había salido esa mujer de aspecto frágil con una voz tan grave y potente? Montaron alguna gira a nivel mundial, recorrieron el planeta y todo el mundo quería conocerlos. Estando en Londres, Cher se hizo muy amiga de John Lennon y Rod Stewart. Le enseñaron todo sobre la ciudad. Sonny se moría de celos en el hotel y con ello, se inició el declive.

Cher. EP
Cher. EP

Los años 60 pasaban a una velocidad que el calendario no podía retener. Lo que a comienzos era rompedor, a finales estaba absolutamente desfasado. Ellos dos no serían menos. "Los rancios nos ven modernos, los modernos nos ven rancios", atribuyó Cher a sus cadenas de fracasos que los abocaron a la bancarrota. Sin el favor de la industria y el público, a finales de la década la pareja se contentaba con actuar en salas enanas ahogados en deudas.

La carrera de Cher se separaba de la de Sonny paulatinamente. A él lo apartaron de lo musical, perdió el control creativo sobre los trabajos de su por entonces esposa, con la que se casó en un baño con anillos de juguete. La pequeña presencia de ella en las discográficas hizo posible que en 1971 les ofrecieran un pequeño programa en la CBS en verano, lo que sería un absoluto fracaso para cualquiera. Pero, sin embargo, triunfaron.

Resultaban cómicos desde la autoparodia, conscientes de lo ridículos que habían sido. Dejaron atrás su aspecto más hippie y se entregaron al glamour. Cher se acredita como la primera mujer en mostrar el ombligo en televisión, en poner de moda los pantalones campana y el pelo alisado completamente. Se une al diseñador Bob Mackie y juntos crean un tándem definitorio de estilo en la moda. Son, en definitiva, un fenómeno de masas.

Cher es una artista que ya ha madurado y, junto a ella, también su talento

Sin embargo, la carrera de Cher entra en barbecho. No consigue sumar un éxito en solitario. Mientras que su show televisivo The Sonny & Cher Show consigue juntar una audiencia de 27 millones de personas, nada de éxito sale del estudio de grabación. En su vida entra por este motivo Snuff Garret, un productor que enseguida ve el problema: Cher es una artista que ya ha madurado y, junto a ella, también su talento.

Aquel 1971 nació el camaleón al que Cher estaba destinada a convertirse. Con Gypsies Tramps and Thieves, la cantante se entregaba al rock más mainstream. Se volvió dramática mientras que Sonny se distanciaba aún más. Ella era ahora la estrella en la televisión y en las radios. Tres años después, el matrimonio y sus apariciones en conjunto llegaban a su fin.

Cher había mantenido un breve idilio con el mánager de su programa, la estocada final a su matrimonio, y lo dejaron por dos motivos: ella ahora mantenía una relación esporádica con Marlon Brando y el mánager era, secretamente, homosexual.

A mediados de los 70, la cantante había logrado tener su propio programa y con ello se convirtió en una personalidad clave

En 1979 llegó el divorcio definitivo y una época de desenfreno romántico para ella, de Eric Clapton a Tom Cruise. Los hombres de todo tipo la adoraban, pero ella defenderá que su mejor pareja fue un panadero anónimo. Ese mismo año, la cantante acude al registro a cambiar sus datos personales. Eliminó su apellido y su nombre completo, desde entonces pasó a ser solo Cher, a secas.

A mediados de los 70, la cantante había logrado tener su propio programa y con ello se convirtió en una personalidad clave. Pero Cher también sentía la necesidad de cumplir su sueño, llegar a Hollywood. Consiguió un hueco en varias cintas de diferente nivel y público, aunque nadie se la tomó realmente en serio. Durante los pases de Silkwood, su primera película, la audiencia se reía al verla entre los créditos.

Sin embargo, Cher logra abrirse hueco como una intérprete de primer nivel y consigue la Palma de Oro en Cannes por Máscara (1985) y el Oscar a mejor actriz por Hechizo de luna (1987), algo con lo que no contaba porque la Academia la odiaba según sus cuentas y no se vestía ni comportaba como ordenaban los libros de instrucciones. 

Cher sobrevivió a los 2000 con varios filmes, discos y éxitos que la mantuvieron a flote, pero sobre todo recogiendo los frutos de haberse trabajado su leyenda

Tras coquetear con la música disco muy satisfactoriamente, a finales de los años 80 Cher revive de nuevo con otra forma y sonido. If I Could Turn Back Time se convierte en un éxito inmediato gracias a su videoclip de culto grabado en un buque de la armada. Su presencia, de nuevo, se revitaliza. Y ella, sorprendentemente, mantiene el mismo físico que veinte años atrás. "Muchísimo ejercicio, dieta sana y medicina estética", explica hasta la saciedad.

Pero Cher no se veía capaz de captar nuevo público y sobrevivir artísticamente en los años 90. Tras unos años sin grandes sorpresas, la artista se fija en una grabación de un chico que suena metalizado al cantar. Era el vocoder, similar al autotune.

Pelea por poder utilizarlo en su música y de ahí nace Believe, su mayor éxito y una de las canciones más vendidas de la historia. Fue la primera en lograr un Grammy con ese efecto distorsionador de la voz y, de hecho, abrió un camino a toda la industria a artistas como Daft Punk, Madonna o lo que hoy es electrónica y reguetón. Rompió lo que nadie había ni planteado. Una mujer rondando los 60 revivía de nuevo para otra generación. Lo llamaron: el Milagro Cher.
Comenzó entonces una serie de giras mundiales con varios récords de público y recaudación que terminaron en una residencia fija en Las Vegas, como hacían los crooners. Allí se mantuvo cuatro noches a la semana durante años en el Caesar’s Palace. "Viene a verme gente muy vieja y me da mucha ternura, porque pienso: 'Este puede ser el último concierto que vean'", ironizaba sobre ello. "Probablemente soy más vieja que ese público".

Cher sobrevivió a los 2000 con varios filmes, discos y éxitos que la mantuvieron a flote, pero sobre todo recogiendo los frutos de haberse trabajado su leyenda de reinvención y constancia. Siempre sin envejecer, con amenazas de volver al ruedo.

"Cuando era pequeña, quería ser famosa. No sabía en qué, solo quería ser famosa. Y cuando fui famosa, solo quería ser buena en algo", asestó en una pregunta hecha durante una entrevista por su trayectoria. El periodista devolvió el golpe preguntándole cuando cree que pasará de moda y vigencia. Ella rió, se mordió la lengua con la que tanto insultaba sin pudor y dijo: "Mañana, cariño".

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