Opinión

El cosquilleo del día antes

A VECES lo mejor de las cosas buenas es lo que las precede. Pasa con esos segundos antes del primer beso o cuando recorres en coche los últimos kilómetros hasta encontrarte con alguien que amas. Hay algo muy especial en esos cosquilleos en el estómago, casi como caricias, que hacen que la espera sea nerviosa pero dulce a la vez. Ocurre también ahora que el desconfinamiento asoma por el horizonte. Aún no lo vemos desde las ventanas de nuestras casas, aunque ya le ponemos colores, e incluso olores y sabores. Pero, como al besar o conducir, no debemos precipitarnos si no  queremos que se vaya todo al garete. Ir despacio, en muchas ocasiones, acorta el camino.

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