Asistimos en estos momentos al nacimiento de un gurù. Así, como que no quiere la cosa, aun más influyente que Miguel Olarte, sólo que en el campo de la economía. Como el centro del mundo, hasta nueva orden procedente de Shanghai, está en Wall Street, estas cosas pasan en los Estados Unidos. Salen a uno por administración presidencial, descontando la de Bush, que era tan absolutamente desastroso como presidente que ni eso tuvo, excepto que consideremos como tal la Bernanke. Reagan encumbrou a Friedman, Clinton a Krugman y Obama, que es peculiar hasta para esto, va a poner en la cima la Thomas Piketty. Un francés. Como España es el culo del mundo cultural (libro más vendido, Belén Esteban; canción más descargada, Paquirrín), el influyente "Lee Capital au XXIe siècle" (Seuil) no se va a traducir, según las informaciones que corren por los mentideiros editoriales, hasta el mes de septiembre u octubre: semejar que las editoras andan a palos para ver quién lleva el mérito de traducir un libro que no va a leer casi que nadie. Mientras, conseguir una versión en papel, como les contaba la pasada semana, es tarea poco menos que imposible dado el nivel de vendas tanto en francés como en inglés. En esta ocasión no se trata de un fetichismo absurdo: los libros de economía a menudo aportan una gran parte de su información a través de gráficos, especialmente útiles para los lectores profanos o de nivel medio, como es mi caso. Resulta curioso que el nuevo guía de la intelectualidad americana sea un francés, después de los problemas posteriores a la guerra de Irak y de las consideraciones hechas hace unos años sobre la decadencia de la cultura de Moliere. Quizás resulta más tolerable por haber estudiado en la Universidad de Harvard, que se encargó de la traducción al inglés. En cuanto al contenido, el libro de Piketty es una de esas obras que dedican hondas investigaciones a avalar (o refutar) opiniones de "barra de bar". En este caso el leitmotiv de la obra es el de responder a la pregunta: ¿"son cada vez los ricos más ricos y los pobres más pobres?" Una cosa es intuir que la respuesta es afirmativa -todos lo intuimos- y otra cosa es confirmar que lo es e incluso llegar a los porqués de esa situación. A eso dedica el profesor francés cerca de 1.000 páginas en la edición francesa. Bien, a eso y la colleitar argumentos para recibir epitetos que va de "marxista" para arriba. Por si hay dudas del seux extremo izquierdismo, pidió el voto para Schulz, el candidato socialdemócrata alemán. Los socialistas alemanes gobiernan en coalición con la señora Merkel. Seguramente el que hace que Piketty sea un éxito editorial no sea el contenido de su obra sino, como en otras ocasiones, su capacidad para transmitirlo. No estamos ante un libro de economía lleno de fórmulas y conceptos complejos sino con pocas ecuaciones (y bastante sencillas) y nociones para todos conocidas -capital, herencia, impuestos- pero igualmente bien explicadas. Y estamos ante una obra de historia de la economía y de las sociedades, con referencias geográficas (cuando es posible) a países como Suecia o la India y referencias culturales a Balzac o Jane Austen. Todo termina en un diagnóstico claro y sostenido por una montaña de evidencias: tras un periodo de recurte de la desigualdad entre la Segunda Guerra Mundial y los años ochenta, la economía tomó otro camino, el que favorece los más poderosos. La desigualdad crece y segundo amenaza Piketty, el siglo XXI puede ser el siglo de la desigualdad, en el que se llegue a niveles que a los lectores de Otero Pedrayo nos remiten a los "Caminos de la vida". Pero para enterarse bien de todo esto, muchos de Ustedes tendrán que aguardar hasta el mes de octubre. Por la banda de los críticos vamos cumpliendo y, por una vez, les traemos un libro en lengua foránea. Que bien merecen los lectores lucenses estar preparados para las novedades de pasado mañana cuando estas, quien sabe, a lo mejor cambian el mundo de aquí a unas décadas.
