Opinión

Año

ESTE LUNES se acaba el año. Un año más. O, según se mire, un año menos. La hora de las doce de la noche del 31 de diciembre tiene una doble cara, como el mitológico Jano, que no por casualidad da nombre al mes de enero. Por un lado, la alegría de despedir un año que pasa al zurrón de ellos con los que se va haciendo la vida de cada uno. Pero junto a la satisfacción de lo cumplido —más o menos cumplido— en toda despedida flota una nubecilla de melancolía. Y el martes empieza un nuevo año, que probablemente acabará siendo muy parecido a los anteriores. Pero ¿quién sabe? Ahora es el momento de pensar que será de verdad nuevo y mejor. Feliz 2019.

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