Opinión

Los Presupuestos y Galicia

A falta del trámite parlamentario, el documento presupuestario ya está siendo instrumento de confrontación entre comunidades

DIEZ DÍAS después de la presentación ya se habla poco de los Presupuestos, pero yo no me resisto a traer a este comentario unas notas informales, tomadas a vuela pluma, sobre las Cuentas Públicas.

La primera conclusión tras una lectura rápida es que fueron pensados y paridos más como programa electoral del partido del Gobierno, que conmina a todos a votarlos por ser "sociales", que como la hoja de ruta rigurosa que requiere la política económica del país. Hay coincidencia general en que no son realistas, lo acaba de corroborar Funcas, porque no se puede programar semejante festival de gasto, aunque sea gasto social, con una previsión de ingresos imposible por la clara desaceleración de la economía. Vamos, un brindis al sol.

A falta del trámite parlamentario con sus debates y enmiendas, el documento presupuestario ya está siendo instrumento de confrontación entre comunidades por el trato beneficioso para unas, entre ellas la insolidaria y desleal Cataluña, frente al maltrato a otras como Galicia, que mantuvo la lealtad constitucional y fidelidad a la disciplina fiscal. Si algo debe caracterizar al Presupuesto es la búsqueda de la cohesión de los territorios, que es donde están las personas, y estos acentúan la desigualdad entre españoles. La quiebra de la solidaridad interterritorial sí que rompe España.

Fue grandiosa la jactancia de las ministras en la presentación. "Estos Presupuestos, dijo la portavoz, van aumentar las partidas contra la violencia machista, a rescatar derechos como dependencia, sanidad, educación...; con ellos van a ganar estudiantes, becarios, jóvenes, perceptores del salario mínimo, funcionarios, la clase media…". ¡No va más! Con un Gobierno que nos cuida con tanto esmero, hay que recuperar la rumba de Peret "canta y sé feliz".

La humillación presupuestaria de Galicia, que solo niegan Caballero y Losada con intervenciones que no mejoran el silencio, es evidente. Falta saber cuál será la posición de los diputados de En Marea, si votan pensando en Galicia o votan como cuneros serviles.

Anotación final. Solbes dijo que tomó decisiones en contra del rigor económico por fidelidad a Zapatero y la ministra Calviño parece su reencarnación. Si la fidelidad a su jefe Sánchez prevalece sobre la situación y previsiones de la economía, a la vuelta de la esquina nos espera más paro, más deuda y más déficit y de nuevo la austeridad con recortes y hachazos seguros a salarios y pensiones. Un escenario más que probable.

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