Opinión

¿Adelgazarlo?

Si por un lado se concibe que los grupos políticos minoritarios aprovechen la fragilidad de las mayorías insuficientes para meter el cazo en la gobernabilidad del país, por otro se sabe que su participación en el apetitoso reparto de la tarta acaba siempre dañando a la generalidad. Su oportunismo accidental les impide escudriñar más allá del provecho propio, por encima de lo que reclama la comunidad. Pero el caso del actual Gobierno rompe todos los moldes de la mesura y sentido común. Es el más numeroso (cinco ministros más que el anterior) del actual periodo democrático, no para afinar su funcionalidad, sino para encorsetarlo en las exigencias de los que apoyan a Sánchez. Un relleno carísimo e innecesario que solo puede empeorar la gestión, obstruyéndose y anulándose unos a otros. Consumo, por ejemplo, se creó para uso y disfrute de Alberto Garzón, lo que queda de IU, siendo solo un desgajo del anterior cubículo de Economía, con competencias insustanciales. Igualdad, creado para sosegar a la pareja de Iglesias, más que equilibrio alimenta conflictos. Y así alguno más, caso de Universidades. Ahora se les pide que lo "adelgacen" (¿?) como gesto de austeridad, pero ya verán cómo se impone la estrategia de primero y ante todo el cargo.

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