Opinión

Bolsanegocio

SUSPICACIA Y desconfianza suele ser lo mismo. Por eso ahora no son pocos los consumidores suspicaces que desconfían de que el cobro de bolsas en tiendas y supermercados se debe a algo más que por motivos ecológicos. Ven en ello un buen margen de ganancia para los expendedores, estimado entre lo que les cuestan y a cómo las venden.

Es evidente que algo había que hacer para mermar los niveles de polución, pero lo deseable sería suprimir ya su uso definitivo, en vez de esperar tres o cuatro años para dar carpetazo a desechos plásticos. Para no pocos clientes el tener que pasar por caja para seguir utilizándolas como hasta ahora no supone mayor esfuerzo para su economía, contribuyendo así a más de lo mismo, degradando el medio ambiente, a la vez que sustentan el negocio de los centros comerciales y de los fabricantes de bolsas.

Para más inri, siguen rotuladas con el nombre de la firma que las distribuye, cuando lo normal sería que no luciesen ningún tipo de propaganda. No todos los usuarios están dispuestos a seguir publicitando gratuitamente a quienes cobran religiosamente el producto, como cuando lo regalaban. Hay diferencia. 

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